El viernes, un periodista entrevistó al gerente de la tienda, Yuwadee Boonsarn, de 33 años, quien dijo que el castigo con azotes fue un acuerdo entre el dueño de la tienda y el personal.
El gerente explicó que el dueño de la tienda solía deducir cinco baht por cada minuto de retraso, pero resultó que a varios empleados no se les debía nada después de las deducciones.
El gerente dijo que el dueño de la tienda luego propuso una suspensión del trabajo por dos semanas como castigo, pero el personal propuso azotarlos porque les gustaría venir a trabajar para recibir propinas.
Explicó que llegar tarde 10 minutos era castigado con un azote y el personal le aseguró al dueño de la tienda que no se enojarían.
El viernes, Patcharapol y Nattawat dijeron que habían aceptado los azotes y que el dueño de la tienda era una persona de buen corazón.
Sin embargo, cambiaron su comentario en la comisaría después de presentar la denuncia, diciendo que se sentían mal por haber sido azotados y que no volverían a trabajar en el taller.
También el sábado, la dueña de la tienda insistió en que su personal le pidió que utilizara el método de castigo en lugar de la suspensión del trabajo. Dijo que pagaría una compensación a la pareja y que en adelante deduciría dinero a quienes llegaran tarde al trabajo.