VIENA – Funcionarios occidentales e iraníes iniciaron conversaciones el martes para revivir el asediado acuerdo nuclear de 2015, en medio del desafío de las amargas relaciones entre Washington y Teherán, castigando las sanciones de Estados Unidos a la República Islámica y las medidas de Irán para acelerar su actividad nuclear.
Las partes del acuerdo nuclear de 2015, que puso límites a la actividad nuclear de Irán a cambio de levantar las sanciones internacionales al país, habían dicho el viernes que se reunirían en Viena para conversar. La administración Trump se retiró del acuerdo en mayo de 2018 e impuso sanciones a Irán. A cambio, Irán ha tomado medidas para violar el acuerdo y reanudar la actividad nuclear.
El objetivo de la reunión de Viena es producir una hoja de ruta para que Estados Unidos e Irán regresen simultáneamente al cumplimiento del acuerdo.
Las partes acordaron seguir hablando en los próximos días en dos reuniones paralelas de expertos, una centrada en cómo Estados Unidos levantará las sanciones a Irán y la otra en cómo Irán revertirá sus actividades nucleares para cumplir con el acuerdo.
No se espera que los negociadores estadounidenses e iraníes se reúnan directamente en Austria. En cambio, diplomáticos de Irán, Francia, Alemania, Reino Unido, Rusia y China, partes del acuerdo de 2015, se reunieron el martes por la tarde en un hotel en el centro de Viena. La delegación estadounidense, encabezada por Robert Malley, el enviado especial de la Casa Blanca para Irán, aterrizó en Viena también el martes por la tarde y se hospedará en un hotel separado cercano mientras los intermediarios europeos se trasladan entre las delegaciones iraní y estadounidense.
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