Las hembras de ratón embarazadas y lactantes liberan una sustancia química con olor a plátano en la orina que se cree que estresa a los machos para que no cometan infanticidios
La vida
20 mayo 2022
Los ratones hembra que están muy embarazadas o que han dado a luz recientemente producen una sustancia química con olor a plátano en la orina que estresa a los machos, posiblemente para evitar que maten a sus crías.
Jeffrey Mogil de la Universidad McGill en Montreal y sus colegas descubrieron este comportamiento por accidente. “Estábamos haciendo experimentos con ratones hembra embarazadas y notamos que los ratones macho que estaban siendo utilizados para otros experimentos en la misma habitación estaban actuando un poco locos”, dice.
Para explorar más a fondo, probaron los niveles de estrés de los ratones macho cuando se colocaron en una jaula cerca de la de otro ratón macho o una hembra que no estaba embarazada, recién embarazada, muy embarazada, había dado a luz recientemente y estaba amamantando, o tenía dado a luz en el pasado y ya no estaba amamantando.
Los ratones macho mostraron una sensibilidad al dolor reducida y niveles elevados de corticosteroides, que son signos de estrés, cuando estaban enjaulados cerca de ratones hembra que estaban muy embarazadas o en período de lactancia, pero no cuando estaban cerca de los otros ratones.
Los investigadores descubrieron que esto se debía a que las hembras muy embarazadas y lactantes producían una sustancia química en la orina llamada acetato de amilo, que huele a plátanos. Esto flotaba en las jaulas cercanas de los machos y los estresaba cuando lo olían.
El simple hecho de exponer a los machos a este químico los estresó, incluso cuando no había hembras embarazadas o lactantes alrededor.
Las hembras probablemente liberan este químico cuando están a punto de tener crías o acaban de tenerlas para avisar a los machos, “si te acercas más, te voy a dar una paliza”, dice Mogil.
Esto se debe a que los ratones machos intentan matar a las crías que han sido engendradas por otros machos, dice.
De acuerdo con esto, las hembras gestantes y lactantes dejaron más marcas de orina cuando estuvieron expuestas a machos extraños que cuando estuvieron expuestas al padre de sus crías.
“Se sabe que las hembras desencadenan una agresión grave si los machos intentan atacar a sus cachorros, por lo que pensamos que cuando los machos huelen este químico en la orina, la posibilidad de que haya una pelea provoca su respuesta de estrés”, dice Mogil.
Los investigadores no probaron si oler este químico de hecho impidió que los machos mataran a los cachorros porque no sería ético realizar ese tipo de experimento, dice Mogil.
Los hallazgos tienen implicaciones para otras investigaciones con ratones, ya que algunos científicos pueden, sin saberlo, estar utilizando ratones estresados en sus experimentos si alojan ratones macho cerca de hembras preñadas, dice Mogil. Esta podría ser una de las razones por las que diferentes laboratorios a veces obtienen resultados diferentes de los mismos experimentos, dice. “Es algo a lo que debemos prestar más atención”.
Referencia de la revista: Avances de la cienciaDOI: 10.1126/sciadv.abi9366
Más sobre estos temas: