El sábado por la tarde, poco antes de medianoche, cerca de 2.000 m3 de roca se desprendieron de la montaña, cortando la carretera entre Sierre y Vissoie (VS) y complicando el acceso a Val d’Anniviers. Según información de RTS, otra parte de la montaña también corre peligro de derrumbarse.
El desprendimiento se produjo 500 metros aguas abajo de Vissoie, en la carretera VS 40. La roca cayó sobre una galería que protegía parcialmente la carretera, pero obligó a cerrar la carretera de acceso a varias estaciones de Val d’Anniviers hasta nuevo aviso. Nadie resultó herido en el incidente.
La situación sigue siendo inestable, según las autoridades del Valais entrevistadas por RTS. Un vuelo de control en helicóptero realizado el domingo por la mañana, en particular con un geólogo del cantón, reveló que en la zona del impacto permanece una masa inestable de unos 1.000 m3.
Área aún inestable
“Esta mañana todavía había mucha actividad en este nicho, ya que se estaban cayendo bloques. Por lo tanto, es imposible en este momento acceder a la zona para realizar investigaciones más precisas sobre el estado de la galería o sobre la situación geológica”, explica Alexandre Vogel, geólogo del Estado de Valais, a las 12:45 horas.
Según el experto, este deslizamiento de tierra se explica por las fuertes precipitaciones que cayeron el pasado otoño. El suelo se inundó, lo que hizo que la roca se volviera inestable.
La carretera principal está cerrada hasta que la situación sea segura. El acceso a Vissoie sigue siendo posible a través del municipio de Vercorin y Pinsec. Será necesario realizar trabajos de limpieza y seguridad.
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“Estamos pagando el precio de los acontecimientos del invierno pasado”
Interrogado en el Foro el domingo por la tarde, Vincent Pellissier, ingeniero cantonal del Valais, volvió a esta avalancha. “Es un sitio conocido y protegido contra los desprendimientos de rocas. La galería cumplió su papel”, explica.
Parte de la roca aún está en su lugar y aún es inestable. “En los próximos días veremos si el equilibrio se soluciona por sí solo o si tendremos que ayudar un poco a la naturaleza explotando minas con explosivos”, especifica Vincent Pellissier.
Según él, eventos de este tipo suelen ocurrir con la llegada de la primavera. Sin embargo, destaca el impacto del mal tiempo en noviembre y diciembre, donde hubo “mucha” agua. “Hoy estamos pagando por estos acontecimientos del invierno pasado”, afirma.
Para Vincent Pellissier, es probable que se produzcan otros incidentes de este tipo, “pero no sólo en el Valais, sino en todo el arco alpino”.
Flore Dussey/Jérémie Favre