Es una fantasía profesional convertida en realidad para algunos: escapar de la oficina y viajar por el país, incluso por el mundo, trabajando de forma remota en casas de playa alquiladas y albergues de esquí o, con un presupuesto más reducido, en una casa sobre ruedas mientras se vive la #vanlife.
Los nómadas digitales, como se hacen llamar estos vagabundos, dicen que sus aventuras pueden ser emocionantes. También describen un lado poco sexy de mantener una carrera en movimiento. Los impuestos complicados, las averías en carreteras remotas y los dolores de la soledad pueden agobiar a los espíritus libres.