Documentos filtrados han revelado que el gobierno australiano intentó convencer a la ONU de que diluyera uno de sus informes climáticos más importantes.
Documentos filtrados vistos por Espanol revelan que el gobierno australiano intentó convencer a la ONU de que minimizara la urgente necesidad de alejarse de los combustibles fósiles en uno de sus informes más importantes sobre el cambio climático.
Australia, Arabia Saudita y Japón fueron nombrados como algunos de los “varios” países que intentaron cambiar el contenido del informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) publicado en agosto.
La revelación se produce pocos días antes de que el primer ministro Scott Morrison llegue a Glasgow para la conferencia climática COP26, donde se espera que acepte compromisos importantes para abordar el cambio climático.
En la filtración de más de 32.000 documentos, un alto funcionario del gobierno australiano supuestamente rechazó la conclusión de que el cierre de las centrales eléctricas de carbón era necesario para prevenir el cambio climático.
Poner fin a la quema de carbón es uno de los principales objetivos de la próxima conferencia COP26.
El gobierno australiano también supuestamente pidió a los científicos del IPCC que eliminaran las menciones al papel desempeñado por los grupos de presión de los combustibles fósiles para socavar las acciones sobre el cambio climático en Australia y los EE. UU.
Australia también fue incluida en la lista de países que argumentaron a favor de tecnologías emergentes y costosas diseñadas para capturar y almacenar de forma permanente dióxido de carbono bajo tierra.
Arabia Saudita, China, Japón y Australia, todos los principales productores o usuarios de combustibles fósiles, expresaron su apoyo a la captura y almacenamiento de carbono (CAC).
Si bien el informe del IPCC acepta que la CAC podría desempeñar un papel en un futuro energético sostenible, existen importantes incertidumbres sobre su viabilidad.
“Existe una gran ambigüedad en la medida en que los combustibles fósiles con CCS serían compatibles con los objetivos de 2C y 1.5C”, dijo el informe del IPCC.
Los documentos filtrados consisten en más de 32.000 presentaciones realizadas por gobiernos, empresas y otras partes interesadas relevantes al equipo de científicos que redactó el informe más reciente del IPCC.
Los informes del IPCC son utilizados por los gobiernos para decidir qué acción se necesita para abordar el cambio climático y, a menudo, informan la formulación de políticas tanto nacionales como internacionales.
La ONU dice que los comentarios de los gobiernos son fundamentales para el proceso de revisión científica del IPCC, pero los autores no tienen la obligación de incorporar las sugerencias de un gobierno en sus informes.
“Nuestros procesos están diseñados para protegernos contra el cabildeo, de todos los sectores”, dijo el IPCC a la BBC.
“El proceso de revisión es (y siempre ha sido) absolutamente fundamental para el trabajo del IPCC y es una fuente importante de la solidez y credibilidad de nuestros informes”.
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