Adobe el discreto fabricante de herramientas digitales para crear archivos PDF y editar fotos complació a los inversores al reinventarse como un negocio de software de suscripción. Su último esfuerzo por seguir el ritmo de los tiempos no está aterrizando tan bien.
Adobe dio a conocer la semana pasada su adquisición más grande hasta el momento, al aceptar comprar Figma, una startup de software poco conocida que se especializa en ayudar a los creadores digitales a colaborar. El precio del acuerdo de $ 20 mil millones asustó a los inversores y planteó preguntas entre los analistas sobre la salud del negocio de Adobe.