El aumento de la tasa de impuestos corporativos del presidente Biden parece estar muerto, pero la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, todavía quiere golpear a las empresas estadounidenses a través de su acuerdo fiscal global. Y ella está planeando una revisión final de la Constitución para lograrlo.
La Sra. Yellen ha roto un largo consenso bipartidista para firmar nuevas reglas fiscales globales que se negocian en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. El trato viene en dos “pilares” en el argot. El primer pilar introduce un nuevo método para determinar qué gobiernos gravan los ingresos de las 100 empresas más grandes del mundo. El pilar dos es un impuesto a las ganancias corporativas mínimo global con una tasa del 15%.
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