BRUSELAS — La Unión Europea dijo el martes que ha ofrecido a China ayuda para lidiar con su crisis de COVID-19, incluida la donación de vacunas, mientras el bloque busca coordinar cómo las autoridades deben verificar a los pasajeros que ingresan desde China en busca de nuevas variantes.
Varias naciones miembros anunciaron esfuerzos individuales durante la semana pasada. Al mismo tiempo, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades de la UE insistió en que la situación en China no representaba una amenaza general inmediata para la salud.
“Las variantes que circulan en China ya están circulando en la UE y, como tales, no son un desafío para la respuesta inmune” de los ciudadanos de la UE, dijo en su último estudio de impacto publicado el martes.
Sin embargo, temerosos de no ser tomados por sorpresa como al comienzo de la pandemia mundial a principios de 2020, los expertos médicos de los estados miembros de la UE ya estaban preparando acciones potenciales para ser tomadas en una reunión de Respuesta Política Integrada a la Crisis el miércoles, donde medidas como en toda la UE se podrían decidir los requisitos de entrada.
“Los viajeros de China deben estar preparados para las decisiones que se toman con poca antelación”, advirtió Suecia, que ocupa la presidencia de la UE, en un comunicado.
La Comisión Europea dijo el martes que en los últimos días el bloque ya se había acercado a Beijing para ofrecer ayuda, incluida experiencia, información médica y donación de vacunas. No hubo información específica disponible de inmediato. El Financial Times fue el primero en dar la noticia.
Durante la semana pasada, las naciones de la UE reaccionaron en una cascada caótica de medidas nacionales a la crisis en China, ignorando un compromiso anterior de actuar en unidad antes que nada.
Italia fue el primer miembro de la UE en exigir pruebas de coronavirus para los pasajeros de aerolíneas provenientes de China, pero varios otros han dicho que tales medidas podrían no ser la mejor opción para proteger a las poblaciones locales, ya que las nuevas variantes que ahora provienen de China ya han existido en Europa, a menudo por muchos meses.
Francia, España e Italia ya han anunciado medidas independientes para implementar medidas más estrictas contra el COVID-19 para los pasajeros que llegan desde China.
El gobierno de Francia exige pruebas negativas e insta a los ciudadanos franceses a evitar viajes no esenciales a China. Francia también está reintroduciendo requisitos de máscara en vuelos de China a Francia.
El gobierno de España dijo que exigiría que todos los pasajeros aéreos que vienen de China tengan pruebas negativas o prueba de vacunación.
Estados Unidos anunció el miércoles nuevos requisitos de prueba de COVID-19 para todos los viajeros de China, uniéndose a algunas naciones asiáticas que habían impuesto restricciones debido a una oleada de infecciones.