Rusia muestra pocas señales de impulsar las entregas de gas natural para aliviar la crisis energética de Europa, ya que Moscú mantiene un control firme sobre los suministros de combustible del continente.
El presidente Vladimir Putin dijo el mes pasado que Rusia, que suministra casi la mitad de las importaciones de gas de Europa, impulsaría las entregas en un intento por estabilizar el mercado, con precios altos y reservas bajas antes del invierno europeo.
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