Francia, Alemania y otros tres países de la Unión Europea dijeron que seguirían adelante con la implementación de un impuesto mínimo del 15% para las grandes empresas a partir del próximo año, a pesar del veto de Hungría sobre el plan acordado internacionalmente.
Dado que cada uno de los 27 estados miembros de la UE tiene derecho a veto sobre la mayoría de las decisiones fiscales, la medida de Hungría ha hecho que la legislación de todo el bloque para implementar el plan sea imposible.