Según el titular de la licencia, una empresa de Budapest fabricó los buscapersonas que explotaron en manos de miembros de Hezbolá.

Horas después de que miles de buscapersonas (es decir, comunicadores personales) explotaran en las manos y bolsillos de miembros de Hezbollah en el Líbano y Siria, se reveló que los dispositivos eran productos de una empresa taiwanesa, Gold Apollo. Según los principales periódicos internacionales, miles de buscapersonas encargados por la milicia/organización terrorista libanesa Hezbollah pueden haber sido modificados durante el envío; cada uno probablemente contenga una pequeña carga explosiva y un mecanismo para activarla.