Tecnología

el artesano de la Inteligencia Artificial en Microsoft

Kevin Scott, actualmente director de tecnología (CTO) de Microsoft, se destaca en la industria tecnológica. De un pequeño pueblo de Virginia, creció en una familia pobre y no estaba destinado a convertirse en un alto ejecutivo tecnológico. Sin embargo, su pasión y talento por la informática lo llevaron a obtener un doctorado en informática de la Universidad de Virginia.

Antes de unirse a Microsoft, Scott trabajó como ingeniero en Google, luego se unió a LinkedIn, donde se convirtió en vicepresidente senior de ingeniería y operaciones. Cuando Microsoft adquirió LinkedIn en 2017, el CEO de Microsoft, Satya Nadella, lo nombró CTO de la empresa matriz.

Scott es conocido por liderar la inversión de $ 1 mil millones de Microsoft en OpenAI en 2019. Durante la conferencia anual Build de Microsoft, presentó nuevas herramientas que permiten a los desarrolladores crear rápida y fácilmente “copilotos” personalizados o asistentes de inteligencia artificial para prácticamente cualquier tarea.

Como parte de su visión, Scott imagina un mundo lleno de estos copilotos, que abarcan campos tan diversos como la medicina, el descubrimiento de fármacos y muchas otras áreas donde es necesaria una rica interacción entre un sistema de IA y el conocimiento de un trabajador de investigación.

Además, Scott jugó un papel decisivo en el desarrollo de una supercomputadora bajo la égida de Microsoft, que se utilizó para entrenar modelos OpenAI. Aunque el viaje no fue lineal, con períodos de aparente estancamiento, la experiencia de Scott lo ayudó a mantenerse resuelto y seguir adelante con el ambicioso proyecto.

Fuera del trabajo, Scott también es un artesano talentoso que fabrica bolsos de cuero, mochilas, púas de guitarra y herramientas. Su taller en el Área de la Bahía, equipado con maquinaria industrial, es famoso en Silicon Valley.

Scott es autor de un libro superventas, “Reprogramación del sueño americano”, en el que describe su visión del impacto de la IA en el trabajo en los Estados Unidos. El libro fue influyente, a pesar de que se publicó al comienzo de la pandemia de COVID-19.

A pesar de los desafíos, Scott sigue siendo optimista y confía en el futuro de la IA, y enfatiza la necesidad de una regulación adecuada. Hoy en día, se centra menos en crear modelos de IA cada vez más potentes y más en cómo dominar la tecnología, integrando protecciones para evitar actos maliciosos y creando capas de “metainstrucciones” para evitar el deslizamiento.