Tras haber perdido cerca de un 5% desde principios de julio, el dólar rebotó la semana pasada. Es evidente que la tendencia bajista del dólar necesita ser alimentada y la semana pasada hubo poco que ofrecer. Esta semana es una historia diferente. Después del feriado público del Día del Trabajo en Estados Unidos, el calendario de datos de Estados Unidos comienza con los datos de manufactura del ISM (martes), los datos de vacantes de empleo de JOLTS el miércoles, ADP, solicitudes de desempleo y servicios del ISM (jueves), y luego el evento principal de la semana, el informe de empleo de agosto el viernes.
Si el consenso es correcto sobre el informe de empleo del viernes (165.000 empleos ganados y una caída en la tasa de desempleo de nuevo al 4,2%), entonces los precios del mercado se confirmarán con un recorte de sólo 25 puntos básicos como el inicio del ciclo de flexibilización de la Fed el 18 de septiembre. El economista estadounidense de ING, James Knightley, en realidad cree que las nóminas podrían llegar a sólo 125.000, pero la tasa de desempleo podría subir hasta el 4,4%. Si es así, el dólar volverá a probar mínimos recientes a medida que el péndulo oscila de nuevo hacia un recorte de tipos de 50 puntos básicos por parte de la Fed en septiembre.
También veremos esta semana si las encuestas de opinión de Estados Unidos comienzan a reflejarse en los mercados de divisas. Se podría decir que la caída del dólar desde julio (por buenas razones macroeconómicas) se ha visto favorecida por la mejora del desempeño de los demócratas en las encuestas. Ahora que nos acercamos a noviembre, las encuestas de opinión cobrarán cada vez más importancia y, sin duda, serán un tema candente la semana que viene después del primer debate televisivo entre Harris y Trump, que tendrá lugar el 10 de septiembre.
Se espera que el feriado del Día del Trabajo mantenga las operaciones en divisas moderadas hoy y dudamos que el DXY tenga las fuerzas para superar la región de 101.85/102.00.
Chris Turner
