La enfermedad de la fresa podría amenazar la cosecha de primavera de Hampton Roads

En unas semanas, los productores de fresas del sureste de Virginia plantarán su cosecha para ser cosechada en mayo. Pero muchos están preocupados por una enfermedad que podría reducir drásticamente la producción del año próximo.

La enfermedad Neopestalotiopsis, que apareció por primera vez hace varios años en Florida, puede provocar manchas de color marrón claro a oscuro en las hojas de las plantas y la pudrición de la fruta. Para evitarla, algunos productores locales comenzaron a obtener sus plantas de un proveedor en Canadá. Pero ahora, los principales viveros de la zona también están detectando síntomas y recientemente han advertido a los productores de frutas.

“Básicamente están cancelando pedidos (y en muchos casos reembolsando el depósito) o diciéndoles a los productores de plantas y agricultores que tomen las plantas bajo su propio riesgo; no habrá reembolsos por plantas malas o infectadas entregadas este año”, dijo Phil Brannen, profesor del Departamento de Patología Vegetal de la Universidad de Georgia, en una publicación del 21 de agosto en el sitio web de la extensión cooperativa de la universidad.

No es la primera vez que Hampton Roads se enfrenta a una enfermedad de la fresa, pero esta podría tener un impacto importante en los productores que cuentan con la popularidad de la fruta.

“Es un cultivo importante que atrae a los consumidores a las granjas”, dijo Jayesh Samtani, profesor asociado y especialista en extensión de frutas pequeñas en el Centro de Investigación y Extensión Agrícola de Hampton Roads. “Es el primer cultivo que da frutos en la temporada de primavera”.

La enfermedad puede reducir la cosecha de un productor hasta en un 50%, dijo Samtani.

“Es aterrador, sin duda”, dijo Roy Flanagan, agente de extensión agrícola de Virginia Beach y propietario de Flanagan Farms, que ofrece fresas para recoger en primavera. “Es un nuevo enemigo de la planta al que hay que enfrentarse”.

Virginia Beach es el mayor productor de fresas del estado gracias al clima templado de la zona y al suelo rico en nutrientes. El valor de la cosecha en Virginia Beach oscila entre 750.000 y 1 millón de dólares al año. Mientras tanto, una granja de fresas en Virginia Beach recibe aproximadamente 1.500 visitantes cada semana en mayo, según la ciudad.

Según Samtani, este año algunas granjas de la zona pudieron encargar esquejes sanos, o plantas de raíz desnuda, de California antes de que se agotaran. Entre ellas se encuentran Flanagan Farms y Cullipher Farm. Otras se arriesgarán con las plantas canadienses o cancelarán sus pedidos.

La situación probablemente tendrá repercusiones duraderas.

“La enfermedad tiende a permanecer en el suelo de una estación a otra”, dijo Samtani. “Incluso el año siguiente, si las plantas llegan limpias, no sería recomendable utilizar el mismo sitio”.

Cindy Weatherly, que opera una granja en Pungo y Cindy’s Produce, un puesto de granja en Harpers Road, no cultivará fresas este año para evitar la contaminación.

“Es una cepa agresiva”, dijo Weatherly. “No quiero introducir una enfermedad en mi suelo de la que no sé nada hasta que vea a alguien más encargarse de ella”.

Para ayudar a evitar la enfermedad, que prospera en climas cálidos, algunos productores recibirán sus plantas un poco más tarde de lo normal, dijo Samtani. Las fresas en el sureste de Virginia se suelen plantar desde la última semana de septiembre hasta la primera semana de octubre. Las variedades Chandler, Sweet Charlie y Ruby June se cultivan principalmente a nivel local.

Samtani planta bayas en el centro de investigación todos los años y espera que las plantas de fresas lleguen el 10 de octubre.

La familia Henley es uno de los mayores productores de fresas de la ciudad y las cultiva en 10 acres. Recibieron las puntas de las plantas de fresa de un proveedor de Nueva Escocia y las han estado enraizando en bandejas, dijo la propietaria de la granja, Barbara Henley. Ella ya ha notado algunos signos de la enfermedad en una de las variedades, pero está en camino de plantarlas en tres semanas.

“Las nuestras tienen buena pinta”, dijo Henley, también miembro del Ayuntamiento. “Me da miedo decir demasiado”.

El centro de investigación está asesorando a los productores sobre cómo mitigar la enfermedad si las plantas están infectadas. Una opción es fumigar el suelo, lo que implica inyectar un gas químico sintético. También será fundamental desinfectar la ropa, el equipo, la maquinaria y las herramientas de poda.

Los tratamientos fungicidas también pueden ayudar a mantener la enfermedad bajo control. Sin embargo, la Agencia de Protección Ambiental está eliminando gradualmente el producto químico más eficaz, el tiram, dijo Samtani.

Algunos factores, como el clima, estarán fuera del control de los productores. Una primavera seca y templada podría mantener a raya la enfermedad.

“No sabemos realmente qué va a pasar hasta que todo se desarrolle y la temporada avance”, dijo Samtani.

2024 The Virginian-Pilot. Distribuido por Tribune Content Agency, LLC.