Reflejos de agonía en “Timbila ta mina” – O País

A principios de agosto, cuando el mes aparece como un lienzo en blanco, Paulina Chiziane, la célebre escritora cuyas palabras dieron forma a los paisajes literarios, nos ofrece una nueva forma de expresión: “Timbila ta mina”.

En un escenario donde la timbila, con su murmullo ancestral, se entrelaza con la introspección emocional, Chiziane transforma su prosa en una sinfonía de dolor y descubrimiento. Esta obra no es sólo una canción, sino un viaje poético, donde el sonido del timbila se convierte en el pincel que pinta el retrato de la condición humana con tonos de tristeza y esperanza.

La música, que se enmarca dentro del género marrabenta, combina elementos visuales y sonoros que conllevan una carga significativa que, naturalmente, está llena de una atmósfera oscura.

La danza de la mujer con el rostro cubierto de pintura tribal, vestida con elementos propios de los curanderos, no es sólo una actuación, sino una fusión entre lo antiguo y lo nuevo, reflejando las dificultades de la continuidad cultural.

El escenario ritualista establece un profundo contraste con el lamento personal expresado en la música, creando un diálogo entre la tradición y la experiencia individual.

Formando un espacio de intimidad y comunión, Chiziane se posiciona alrededor de un fuego con una joven en su regazo, ambas descalzas, detalle que simboliza una conexión directa con la tierra y la esencia de la tradición.

En medio de esto, un hombre toca el timbila (Cheny wa Gune), enfatizando la importancia de la tradición como medio de expresión y resistencia ante el dolor.

La letra, cantada en Changana, es un grito visceral de sufrimiento y alienación. Frases como “Mi timbila es de tristeza” y “Mi existencia es de sufrimiento” se repiten con una intensidad que resalta la persistencia de la agonía. En este contexto, diría Armando Guebuza: “Necesitamos reflexionar quiénes somos y qué queremos ser”.

La imagen de un hombre hurgando en un contenedor de basura en busca de comida, este acto de buscar comida entre los desechos, representa la desigualdad y degradación que afectan a los más vulnerables.

De hecho, la escena no sólo resalta la miseria, sino que también resalta la lucha desesperada de los individuos que, ante la indiferente opulencia que los rodea, buscan cualquier forma de sustento. Por tanto, la representación del acto en la música sirve como una crítica incisiva, o por el contrario, la invocación a Dios y el lamento por el rechazo de los “hombres buenos” añaden un ámbito espiritual y social, sin embargo, sugiriendo una crítica al Actitudes de la sociedad en relación con los marginados. Como diría Said Augusto “Estamos en un país donde todos somos iguales, pero vivimos sumergidos en una desigualdad social total”.

A pesar de la implicación emocional y el valor cultural, “Timbila ta mina” puede parecer excesivamente oscura e introspectiva para algunos. El énfasis en el sufrimiento y el dolor, si bien es auténtico, puede limitar el atractivo de la música para quienes buscan un enfoque más equilibrado.

Además, la fuerza de los elementos visuales y la intensa connotación simbólica pueden hacer que la interpretación de la música sea un desafío para algunos, a quienes les puede resultar difícil conectarse con la narrativa. La elección predominante de tonos e imágenes sombrías también puede hacer que la canción se perciba como un lamento continuo, sin ofrecer momentos de alivio o esperanza.
Mientras Mozambique se prepara para las elecciones presidenciales, “Timbila ta mina” surge como un espejo de las aspiraciones y frustraciones del país. La canción, con sus matices de dolor e introspección, resuena como una premonición de las luchas que trascienden el simple acto de votar.

Cada nota del timbila y cada lamento de la letra hacen eco de la voz de un pueblo que, como el hombre que busca comida entre la basura, se encuentra fuera de promesas y expectativas. El viaje entre el sufrimiento y la esperanza en la canción refleja la tensión entre la necesidad de cambio y el desafío de encontrar un alivio real.

Así, la música, en su forma actual, sirve como un poderoso espejo de las aspiraciones y frustraciones de Mozambique, reflejando la complejidad de las luchas sociales y culturales, pero también revela la necesidad de un equilibrio entre el lamento y la esperanza para lograr un impacto más universal y duradero.

Artista – Paulina Chiziane
Título – Timbila ta mina
Género – Marrabenta
Lanzamiento- 2024

2024-08-11 18:51:38
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