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El actual campeón olímpico Ryan Crouser abrió su defensa del título en la final de lanzamiento de peso masculino con un récord olímpico de 22,83 metros en su primer lanzamiento de la noche. Continuó mejorando dos veces más y terminó el día con un lanzamiento de 23.30 metros para el segundo lanzamiento más lejano de la historia y un segundo oro olímpico.
Los seis lanzamientos de Crouser igualaron o rompieron el récord olímpico anterior. Cinco de los seis estuvieron lo suficientemente lejos como para superar la marca de 22,65 de su compatriota Joe Kovacs por la plata y el lanzamiento de 22,47 metros de Tom Walsh de Nueva Zelanda por el bronce.
La campaña 2021 de Crouser ha sido una de las mejores de la historia. Comenzó cuando rompió el récord mundial de 22,66 metros bajo techo de Randy Barnes, una marca que se había mantenido desde 1989, con un lanzamiento de 22,82 metros.
Era solo cuestión de tiempo antes de que cayera el récord mundial al aire libre de Barnes en 1990 de 23,12 metros. En las pruebas olímpicas de EE. UU., Crouser finalmente lo derribó con un lanzamiento de 23,37 metros para batir el récord anterior en unas 10 pulgadas.
Kovacs ha sido el mayor rival de Crouser durante los últimos seis años. Kovacs ganó el título del campeonato mundial de 2015 y luego se llevó la plata detrás de Crouser en los Juegos Olímpicos de Río y los campeonatos mundiales de 2017. El campeonato mundial de 2019 en Doha demostró ser la mayor competencia de lanzamiento de bala de la historia, con Kovacs ganando por solo un centímetro a 22,91 frente a Crouser y Walsh a 22,90.
Con su victoria el jueves por la mañana en Tokio, Crouser se convierte en el segundo hombre estadounidense en defender con éxito su medalla de oro olímpica en el lanzamiento de peso desde que Parry O’Brien jugó consecutivamente en 1952 y 1956.
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