Las autoridades japonesas esperan que el viernes sea otro día peligrosamente caluroso e instan a los ciudadanos de todo el país a seguir tomando precauciones contra los golpes de calor.
La Agencia Meteorológica prevé que las temperaturas máximas diurnas aumenten en las regiones central y occidental. Las temperaturas alcanzarán los 39 grados centígrados en la ciudad de Nagoya, los 38 en la ciudad de Kioto, los 37 en la ciudad de Osaka, los 36 en las ciudades de Kobe y Yokohama y los 35 en la ciudad de Fukuoka y el centro de Tokio.
La agencia y el Ministerio de Medio Ambiente han emitido una alerta por insolación en 30 prefecturas. Muchas personas han sido hospitalizadas con síntomas sospechosos este verano, y algunos casos han terminado en muerte.
Las autoridades recomiendan a la población que se quede en casa, que no haga ejercicio, que no utilice aparatos de aire acondicionado y que consuma agua y sal. También recomiendan que se preste especial atención a las personas mayores, los bebés y los niños pequeños, ya que son especialmente vulnerables.
Los meteorólogos afirman que las altas temperaturas y el aire cálido y húmedo también provocarán tormentas eléctricas localizadas. Piden a la población que esté alerta ante los rayos, las ráfagas de viento y el granizo.
Las personas deben refugiarse en edificios resistentes y tomar otras medidas de seguridad si notan señales de nubes de lluvia desarrolladas en sus áreas, como vientos fríos repentinos.
Mientras tanto, la severa tormenta tropical María se desplaza actualmente hacia el norte sobre las aguas de la costa oriental de Japón. Los meteorólogos afirman que mantendrá este rumbo hasta el lunes. Después se aproximará al norte de Japón, lo que provocará un clima muy tormentoso.
Se espera que el mar frente a las regiones de Kanto y Tohoku comience a agitarse a partir del sábado y que los vientos también aumenten. También podrían observarse condiciones similares en las aguas de Hokkaido.
