Un tribunal rumano ordenó que Andrew Tate sea puesto bajo arresto domiciliario, dijo su representante, después de estar entre las seis personas detenidas en una investigación sobre trata de personas y explotación sexual.
El ex kickboxer profesional y su hermano Tristan estaban entre las seis personas detenidas el miércoles durante las primeras 24 horas después de que la unidad de persecución contra el crimen organizado de Rumania, Diicot, realizara cuatro registros domiciliarios en el condado de Ilfov y el municipio de Bucarest.
Diicot solicitó al tribunal de Bucarest el arresto de los hermanos Tate durante 30 días, pero el juez decidió poner a Andrew Tate bajo arresto domiciliario y a Tristan bajo control judicial durante ese período, dijo el jueves su representante Mateea Petrescu.
“Los Tates saludan la decisión y niegan firmemente todas las acusaciones formuladas contra ellos, enfatizando que las acusaciones son infundadas y no están respaldadas por evidencia sustancial”, escribió Petrescu en un comunicado.
Antes de su última detención, los hermanos habían estado sujetos a una prohibición de viajar, según la cual eran libres de viajar dentro de Rumania, pero no de salir del país.
Andrew Tate, un misógino autodenominado, ha ganado millones de seguidores en las redes sociales al promover un estilo de vida ultramasculino que, según los críticos, denigra a las mujeres.
Una publicación en la cuenta de Tate en X decía: “Todo lo que intentan hacer es dañar mi nombre con pura mierda”, sin especificar a quién se referían.
Diicot dijo en un comunicado que había ordenado la detención de seis personas por delitos que incluyen la formación de un grupo delictivo organizado, trata de personas, tráfico de menores, relaciones sexuales con un menor y lavado de dinero.
Dijo que había pedido que tres de los sospechosos permanecieran bajo custodia mientras que otro fuera puesto bajo arresto domiciliario.
Según Diicot, dos de los acusados utilizaron el método del “loverboy”, que consiste en convencer a las personas de que tienen una relación romántica, para obligar a 34 víctimas a producir pornografía que luego se vendió en línea por ganancias de más de 2,8 millones de dólares (2,1 millones de libras esterlinas) y 887.000 tokens criptográficos.
Diicot sostiene que uno de los acusados obligó a una menor de 17 años a producir pornografía en Gran Bretaña y Rumanía, lo que le generó ganancias de 1,5 millones de dólares. También afirma que el mismo acusado mantuvo relaciones sexuales en repetidas ocasiones con una víctima de 15 años.
