El Papa Francisco crea la Diócesis de Tallin, elevando la Administración Apostólica de Estonia a diócesis de pleno derecho y nombrando al obispo Philippe Jourdan como su primer Ordinario.
Por Marge-Marie Paas*
El Santo Padre ha elevado la Administración Apostólica de Estonia a diócesis y ha nombrado a Mons. Philippe Jourdan primer obispo de Tallin. Actualmente se desempeña como Administrador Apostólico de Estonia.
La Oficina de Prensa de la Santa Sede anunció la noticia el jueves, cuando el Papa Francisco inició su viaje apostólico a Luxemburgo y Bélgica.
El catolicismo romano ha existido en territorio estonio durante al menos 8 siglos, pero la comunidad católica no se constituyó como circunscripción propia de la Iglesia Católica Romana hasta 1924.
El Papa Pío XI estableció la Administración Apostólica de Estonia ese año, lo que significa que los católicos de Estonia ya no estaban bajo la jurisdicción de la Diócesis de Riga.
La comunidad católica en aquella época era muy pequeña, contando con unas 2.000 personas. En aquel momento no era posible crear una diócesis, sino sólo una estructura administrativa temporal, una Administración Apostólica, que se ocupaba de la vida religiosa de los católicos en Estonia.
La creación de la diócesis de Tallin es un testimonio de la estabilidad de la situación de la Iglesia católica en Estonia y es también un reconocimiento por parte de la Iglesia católica de la madurez pastoral y organizativa de la comunidad católica estonia.
Significa que la Iglesia católica local en Estonia ha desarrollado los recursos humanos, materiales y espirituales necesarios para asumir plenamente las responsabilidades de una diócesis.
Este cambio es también un reconocimiento del crecimiento y la importancia de la comunidad católica estonia en Estonia, al mismo tiempo que fortalece su espíritu espiritual y misionero entre el pueblo de Dios en el territorio de la República de Estonia.
Convertirse en diócesis marca el compromiso de larga data de la Iglesia con la región e indica que la Iglesia considera que la comunidad es lo suficientemente fuerte y estable como para justificar una estructura eclesiástica permanente, dirigida por su obispo.
Según el censo nacional de Estonia, alrededor del 0,78% de la población es católica y es una de las pocas iglesias en Europa que registra un crecimiento constante.
Los católicos de Estonia, junto con el obispo de Tallin, agradecen al Papa Francisco esta decisión tan esperada.
* Director de Comunicaciones de la Diócesis de Tallin
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