Los fabricantes de chips más grandes del mundo están luchando para que los trabajadores proporcionen personal a las instalaciones de más de mil millones de dólares que están construyendo en todo el mundo para abordar la escasez global de semiconductores.
Una oferta cada vez menor de trabajadores calificados ha preocupado a los ejecutivos de semiconductores durante años. Ahora esa preocupación se ha visto amplificada por una escasez de mano de obra mundial, la demanda impulsada por la pandemia de todo lo digital y una carrera entre los gobiernos para reforzar sus capacidades locales de fabricación de chips, según funcionarios de la industria.
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