A pesar del lento conflicto que crece en el Ártico, la presencia militar estadounidense en la región ha disminuido sustancialmente después de la Guerra Fría. La Guardia Costera es nuestra primera línea de defensa allí, pero es posible que el servicio no esté listo para la misión.
Mientras Estados Unidos se mantiene al margen, adversarios como Rusia y China están invirtiendo en sus capacidades económicas y militares en el Alto Norte. Debemos abordar las crecientes vulnerabilidades de Estados Unidos antes de que sea demasiado tarde. Deberíamos comenzar aprobando un paquete de asignaciones que incluya financiamiento para un rompehielos disponible comercialmente.
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2024-01-05 20:56:00
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