El arte de la guerra siempre está evolucionando. Aquellos que anticipan estos cambios tienen más probabilidades de prevalecer la próxima vez que llegue un conflicto. Pero las reformas preventivas, que por naturaleza no han sido probadas, suelen ser controvertidas. Este es el problema que enfrenta el programa de reforma radical del Comandante del Cuerpo de Marines, General David H. Berger. Los críticos, como el exsecretario de Marina Jim Webb, argumentan que está cometiendo un terrible error, pero las ideas del comandante prepararían a Estados Unidos para enfrentar mejor a su principal enemigo: China.
Ciertamente es cierto que las reformas Force Design 2030 del general Berger son casi revolucionarias. Bajo su plan, el Cuerpo de Marines reduciría drásticamente sus fuerzas de artillería de cañón y helicópteros mientras eliminaba sus fuerzas de tanques. Se eliminarían varios batallones de infantería y sus elementos de apoyo. El general Berger admite que estas reformas conllevan riesgos y han generado controversia dentro de la Infantería de Marina. Pero los marines tienen recursos finitos, que están organizados en torno al mantenimiento del orden internacional democrático y la derrota de la mayor amenaza para Estados Unidos. En el mundo de hoy, eso es China.