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Hay muchas formas en que nuestros parientes grandes simios pueden recordarnos a nosotros mismos: a través de su anatomía, inteligencia y relaciones sociales, por ejemplo. Pero nunca el parecido me ha llamado tanto como hoy, cuando veo a los gorilas llevar a cabo un pasatiempo muy humano: resolver acertijos.
Los gorilas en cuestión viven en Port Lympne Reserve en Kent en el Reino Unido. La tarea consiste en mover una golosina de avellana por un laberinto vertical con palos o los engranajes incorporados, hasta que se suelte en la parte inferior. Es muy similar a un juego que amaba de niño, llamado Downfall, …
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