La República Popular ha apuntado a los políticos que apoyan a Taiwán, amenazando con expulsarlos del país a medida que aumentan las tensiones.
China castigará a los políticos taiwaneses “acérrimos” a medida que las tensiones sigan aumentando entre las dos naciones asiáticas.
China ha superado repetidamente los límites con Taiwán al mostrar su fuerza militar cerca de la isla. Se han realizado pruebas de misiles en las cercanías y aviones de combate chinos han volado a través del espacio aéreo de Taiwán.
La República Popular reclama a Taiwán como su propio territorio, que será tomado algún día, y ha intensificado su presión sobre la isla en los últimos años.
La Oficina de Asuntos de Taiwán, en Beijing, ha intensificado su retórica diciendo que “China continental perseguirá la responsabilidad penal de los partidarios de la independencia de Taiwán de acuerdo con la ley, para que sea efectiva de por vida”, amenazando con prohibirlos en China.
Nombró al primer ministro Su Tseng-chang, al presidente del parlamento Yu Shyi-kun y al ministro de Relaciones Exteriores Joseph Wu entre una minoría de partidarios de la independencia que podrían ser prohibidos.
El viernes, Su de Taiwán hizo caso omiso de la amenaza de Beijing y dijo que “no se dejará intimidar”.
“No (gobierna) Taiwán por un día, pero está mandando a Taiwán”, dijo Su sobre Beijing cuando se le preguntó sobre la lista de ‘intransigentes’ en el parlamento.
La tensión comenzó cuando el partido nacionalista Kuomintang huyó a Taiwán en 1949 después de perder la guerra civil china.
La isla de 24 millones de personas es una democracia vibrante y un importante centro tecnológico. Los lazos entre Beijing y Taipei se han desplomado desde que Tsai llegó al poder en 2016.
La guerra de palabras se produjo cuando un nuevo informe alarmante del Pentágono reveló que Beijing planeaba aumentar su arsenal a 1000 armas nucleares para 2030.
Si bien ese número aún estaría muy por debajo del arsenal de ojivas nucleares de Estados Unidos, tiene a los expertos nerviosos ya que China se ha negado a participar en las discusiones globales sobre control de armas.
También es un salto importante con respecto a la estimación de Estados Unidos para 2020 de que las reservas de China se duplicarían desde los 200 bajos en los próximos 10 años.
El momento del informe también ha llamado la atención, ya que se produce pocas horas después de que el presidente del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el general Mark Milley, advirtiera que China estaba planeando “uno de los cambios más grandes en el poder geoestratégico global que el mundo haya presenciado”.
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