Bao Fan, un renombrado banquero de inversiones en China, ha desaparecido y no se puede localizar, lo que genera preocupaciones de que la represión de Beijing contra la élite empresarial del país continúa.
En una presentación a la Bolsa de Valores de Hong Kong el jueves, China Renaissance Holdings dijo que no ha podido contactar al Sr. Bao, presidente y director ejecutivo de la compañía. China Renaissance dijo que su directorio “no estaba al tanto” de ninguna información que indicara que su desaparición estaba vinculada a las operaciones de la compañía. El precio de las acciones de la compañía se desplomó con la noticia, cayendo un 28 por ciento el viernes.
La desaparición de Bao, un negociador bien conectado conocido por sus estrechos vínculos con muchos de los gigantes tecnológicos del país, incluidos Alibaba y Tencent, parecía inquietantemente familiar para muchos observadores de China. Bajo Xi Jinping, el presidente de China, ejecutivos destacados y empresarios multimillonarios del sector privado del país han sido detenidos bajo el lema de investigaciones anticorrupción.
El Sr. Bao había trabajado en Credit Suisse y Morgan Stanley antes de comenzar Renaissance cuando el sector tecnológico de China se estaba desarrollando. Comparte muchas de las características de los hombres de negocios que han sido blanco de Beijing: educados en Occidente, francos y ricos. Bajo el mandato de Xi, el otrora poderoso y extremadamente rico sector privado de China se ha visto obligado a mostrar lealtad al Partido Comunista.
Después de casi tres años de medidas restrictivas de covid, el gobierno revirtió abruptamente su política de pandemia y cambió el enfoque para revivir la economía en declive de China. En los últimos meses, el gobierno cambió de tono y se comprometió a apoyar a las empresas. Pero la desaparición de un destacado banquero ha suscitado preocupaciones sobre la mano dura de Beijing y si habrá más medidas enérgicas en las finanzas, la tecnología y el sector inmobiliario.
En 2015, uno de los hombres más ricos de China, Guo Guangchang, presidente de Fosun International, un conglomerado en expansión, fue detenido bajo los auspicios de una campaña anticorrupción. Fue puesto en libertad después de unos días y adquirió un perfil más bajo que antes.
Dos años más tarde, la policía china se llevó a Xiao Jianhua, un multimillonario nacido en China, de su apartamento en el hotel Four Seasons de Hong Kong. El año pasado, Xiao, un asesor financiero que había forjado lazos profundos con muchos de los principales políticos de China, fue sentenciado a 13 años de prisión tras ser acusado de malversación de fondos y soborno.
Jack Ma, el cofundador de alto perfil de Alibaba Group, también desapareció de la vista del público durante meses a partir de fines de 2020, luego de criticar a los reguladores del país por ser demasiado reacios al riesgo al tratar con el sistema financiero del país.
Según Bloomberg, Cong Lin, expresidente de China Renaissance, ha estado involucrado en una investigación de las autoridades desde septiembre.