Según se informa, un congreso en la región separatista de Transnistria en Moldavia, el sexto de este tipo en treinta años, pedirá a Rusia que la haga parte de la Federación el 28 de febrero, y el presidente Vladimir Putin pedirá a los legisladores en Moscú que respalden la solicitud el 29 de febrero, según a los rumores difundidos por el político de la oposición Gennadiy Chorba, citado por La verdad europea.
No hay bases sólidas para un escenario tan radical, que ha sido refutado tanto por el gobierno moldavo como por la inteligencia ucraniana. Sin embargo, el congreso en la región separatista respaldada por Rusia puede ver acontecimientos o declaraciones menos extremas en este sentido, colocando el tema de la escisión de Moldavia y la unificación con Rusia en un lugar más alto de la agenda.
Las autoridades moldavas respondieron restando importancia a los rumores. “Según la información que tenemos, no hay motivos para creer que la situación en la región pueda deteriorarse”, dijo en un comunicado la Oficina de Integración de Moldavia.
Al mismo tiempo, la oficina afirmó estar convencida de que “Tiraspol es consciente de las consecuencias en caso de medidas imprudentes”.
El escenario esbozado por Chorba el 22 de febrero, basado en parte en el momento del congreso en Transnistria y en las declaraciones previstas por Putin en el parlamento, también fue rechazado más tarde, ese mismo día, por el portavoz de la Inteligencia de Defensa de Ucrania, Andrii Yusov.
“Según nuestra información, la afirmación de que el 28 de febrero las ‘autoridades’ de Transnistria van a pedir a Rusia que se una a su territorio no está confirmada actualmente”, dijo Yusov.
Mientras tanto, el embajador de Ucrania en Chisinau, Marko Shevchenko asegurado Moldavia del pleno apoyo militar de su país si aumentan las tensiones en Transnistria. Shevchenko también dijo que Rusia ha perdido credibilidad y que el formato de negociación 5+2 para Transnistria ya no es viable.
Hasta ahora, Rusia no ha reconocido a Transnistria como un estado independiente, y la región separatista, intercalada entre el resto de Moldavia y Ucrania, no tiene frontera con Rusia.
Sin embargo, los comentarios de los funcionarios rusos apuntan cada vez más a Transnistria y a las supuestas presiones ejercidas por las autoridades moldavas sobre los separatistas.
El viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Mikhail Galuzin, en declaraciones a Izvestia, expresó confianza que Rusia “tiene todas las posibilidades para defender la [Russian] habitantes de Transnistria en caso [Moldova] intentos de resolver el problema de Transnistria por la fuerza”.
Por otra parte, el diputado de Transnistria, Vadim Kravchuk, dijo al canal de televisión TSV de Tiraspol que el objetivo del congreso es confirmar que Tiraspol todavía quiere integrarse en el territorio de Rusia.
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