Boeing anunció el jueves que trasladaría su sede a Arlington, Virginia, desde Chicago, donde ha tenido su sede durante más de dos décadas.
La elección de Arlington, al otro lado del río Potomac desde Washington, subraya la importancia del gobierno federal y sus organismos reguladores para Boeing, que es un contratista militar líder y un importante fabricante de aviones comerciales. La compañía trasladó su unidad de Defensa, Espacio y Seguridad al área de Washington desde St. Louis en 2017.
“La región tiene sentido estratégico para nuestra sede mundial dada su proximidad a nuestros clientes y partes interesadas, y su acceso a ingeniería y talento técnico de clase mundial”, dijo Dave Calhoun, director ejecutivo de Boeing, en un comunicado. La compañía, que no dio un cronograma para su mudanza, dijo que planeaba establecer un centro de investigación y tecnología en el norte de Virginia.
La medida sigue a los esfuerzos de Boeing, el principal exportador de EE. UU., para reducir costos. La compañía vendió una serie de parques de oficinas, almacenes y terrenos baldíos el año pasado, incluida su sede de aviones comerciales en Seattle por 100 millones de dólares.
Boeing ha estado tratando de recuperar su equilibrio después de una serie de crisis. Su avión de pasajeros 737 Max más vendido fue puesto a tierra en 2019 después de que dos de los aviones se estrellaran, matando a 346 personas. Despidió a Dennis Muilenburg como director ejecutivo ese año, diciendo que no había logrado estabilizar la empresa. Más tarde, Boeing llegó a un acuerdo de 2500 millones de dólares con el Departamento de Justicia por la debacle del 737 Max.
La semana pasada, la compañía reportó una pérdida de $1,500 millones en el primer trimestre después de experimentar ingresos débiles, costos más altos y retrasos.
“Si bien el primer trimestre de 2022 trajo nuevos desafíos para nuestro mundo, industria y negocios, estoy orgulloso de nuestro equipo y del progreso constante que estamos logrando hacia nuestros compromisos clave”, dijo Calhoun en un comunicado sobre la pérdida financiera.
Boeing se mudó a un rascacielos de 36 pisos en Chicago en 2001 después de que la ciudad, el condado de Cook y el estado de Illinois prometieran $60 millones en exenciones de impuestos e incentivos durante 20 años.
En su declaración del jueves, Boeing dijo que mantendría una “presencia significativa” en Chicago y la región circundante, y agregó que los cambios derivados de la pandemia permitieron a la compañía reducir sus necesidades de oficina e invertir en fabricación e ingeniería.