Isabella Guzman es la nueva administradora de Small Business Administration (SBA). Y tiene un problema a largo plazo.
No, no se trata de préstamos pandémicos o del cuello de botella en el desembolso de subvenciones en el marco de otras iniciativas de estímulo. Ni siquiera se trata de atrapar a los estafadores o aprobar solicitudes. Ella tiene estos problemas, por supuesto. Pero ese no es el problema a largo plazo.
El problema a largo plazo de Guzmán tiene que ver con la conciencia.
“La SBA siempre ha sido el secreto mejor guardado del gobierno, y no queremos ser eso”, me dijo en una entrevista reciente en un podcast. “Queremos ser conocidos”.
En este momento, la mayoría de los propietarios de pequeñas empresas que conozco solo conocen la SBA debido a la atención de los medios, tanto positiva como negativa, al ser el intermediario de varios programas de estímulo. Pero esos programas van a terminar este año. Entonces, ¿qué pasa después de eso? ¿Qué sigue para la SBA?
Durante años, el departamento ha luchado por hacer correr la voz sobre sus servicios. Y no hay duda de que la SBA tiene muchos servicios para ofrecer a las pequeñas empresas más allá de la distribución de préstamos y subvenciones.
“Sabemos que el gobierno puede ser difícil de navegar y estamos tratando de simplificar nuestros procesos”, dice Guzmán. “Nuestros clientes son propietarios de pequeñas empresas que tienen que desempeñar muchos papeles y tienen tantas responsabilidades y necesitan un equipo que los respalde”.
¿Qué tipo de equipo? Existen los Centros de Desarrollo de Pequeñas Empresas, una red de agencias de consultoría gratuitas generalmente vinculadas a colegios y universidades que utilizan profesores y estudiantes graduados como recursos para ayudar a las pequeñas empresas a crear planes de negocios, realizar investigaciones de mercado y evaluar tecnología. O existe Score, una asociación de expertos y propietarios de pequeñas empresas “jubilados” vinculada desde hace mucho tiempo a la SBA que brindan sabiduría y consejos sin cargo. La SBA también tiene una gran variedad de programas educativos y recursos de asistencia al cliente que pueden ayudar a las pequeñas empresas a obtener contratos con el gobierno o simplemente a administrar mejor el flujo de efectivo.
Luego están los muchos programas de préstamos garantizados que ofrece la agencia a través de su red de prestamistas que pueden proporcionar millones de dólares en capital de trabajo y otras oportunidades de financiamiento para comprar propiedades y equipos para pequeñas empresas que de otra manera no podrían cumplir con los requisitos bancarios normales.
Y, sin embargo, cuando les pregunto a mis clientes, que son en su mayoría empresas establecidas, sobre la SBA, por lo general recibo miradas en blanco. Estos clientes no conocen estas opciones. No se dan cuenta de que pueden obtener asesoría gratuita de profesores universitarios y directores ejecutivos jubilados o préstamos bancarios de prestamistas que normalmente no les prestarían. Incluso los dueños de negocios que conozco que operan en áreas de ingresos bajos a moderados no conocen los servicios especiales y los fondos disponibles específicamente para ellos. O los más de cien centros de negocios para mujeres de todo el país dedicados específicamente a las necesidades de las mujeres emprendedoras.
¿Por qué no? Es conciencia. La SBA tiene la oportunidad de aprovechar las enormes relaciones públicas que recibió durante la pandemia y utilizarlas para que más empresas se den cuenta de todo lo que hace. Entonces, ¿cómo planea el administrador Guzmán hacer esto?
“Vamos a analizar todos nuestros programas por completo y tratar de aplicar un enfoque de tecnología avanzada y centrado en el cliente, así como un enfoque equitativo”, dice. “Tenemos la intención de asegurarnos de que nos reunimos con las empresas donde se encuentran en su situación actual y proporcionamos los productos y servicios que mejor pueden ayudarlos a crecer”.
Específicamente, eso significa contratar personas mejores y más brillantes para su organización (“como la Nasa”, dice), aumentar su alcance de asociación con departamentos gubernamentales, organizaciones locales y cámaras de comercio, y enfocarse en temas que son prioritarios para muchos dueños de negocios. como las estrategias de salida.
“Nuestros centros de desarrollo de pequeñas empresas en particular están capacitando en ESOP (planes de propiedad de acciones para empleados) y otros tipos de alternativas para las estrategias de salida”, dice Guzmán. “Sabemos que es un gran desafío vender o ceder un negocio y no queremos que esos negocios desaparezcan”.
Finalmente, Guzmán planea un mayor alcance a las comunidades de color y otras áreas donde la discriminación y la falta de educación está frenando sus oportunidades. Su objetivo es evitar que “las barreras limiten el espíritu empresarial” y “asegurarse de que todo tipo de emprendedor de todos los orígenes tenga la oportunidad de perseguir su sueño de ser propietario de una pequeña empresa”.
¿Podrá la SBA aprovechar su notoriedad de la pandemia en un mensaje que permita a más propietarios de pequeñas empresas aprovechar todos los recursos que ofrece? Otros administradores han intentado esto en el pasado, con resultados mediocres. Pero Guzmán tiene la oportunidad en este momento de capitalizar lo que su agencia ha hecho en el pasado y hacer que más dueños de negocios estén al tanto de los servicios que puede brindar en el futuro. Esperemos que tenga éxito.