Los fondos han tenido una rentabilidad media anual del 7,8% en términos reales desde su fundación hace 40 años. Pero, para muchos, los pagos no les han proporcionado un nivel de vida decente. En respuesta, el gobierno instituyó un sistema de lo que se conoce como complementos, que son subsidios para jubilados con bajos pagos de jubilación. Sin ellos, más de la mitad de los jubilados de Chile estarían por debajo de la línea de pobreza. La mayoría tiene registros laborales irregulares y no logran ingresar al sistema durante toda su vida laboral. De los 940.000 jubilados que recibieron una pensión mensual en agosto, solo 183.000 habían gestionado 30 años o más de cotizaciones. Y el pago medio de esos 940.000 fue de 214 dólares, lo que sumaba 311 dólares con recargas.
Cómo el sistema de pensiones de Chile se convirtió en una alcancía de Covid
63