NOTA DEL EDITOR:Cada semana publicamos un extracto de la columna de Katrina vanden Heuvel en WashingtonPost.com. Lea el texto completo de la columna de Katrina aquí.
Con las tensiones entre Estados Unidos y Rusia por decenas de miles de tropas rusas ahora concentradas cerca de la frontera de Ucrania, las recientes llamadas telefónicas entre el presidente Biden y el presidente ruso Vladimir Putin la semana pasada y el anuncio de las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia en Ginebra este mes fueron a la vez prudentes y prudentes. bienvenidos.
Pero reducir las tensiones no será fácil. Putin forzó las conversaciones con su refuerzo militar y exigió públicamente garantías inmediatas: que Ucrania no se una a la OTAN; que la OTAN no se expanda más hacia el este; que Estados Unidos no despliegue misiles en las fronteras rusas; y que la OTAN reduzca sus fuerzas en Europa Central y Oriental. Estas “líneas rojas” han sido rechazadas de plano por la administración Biden.
Pero en lugar de exigir una desescalada antes de Se podría avanzar en las conversaciones, imagínese si Biden hubiera dado los primeros pasos hacia las negociaciones entre los dos países. ¿Cómo sería una postura sensata de Estados Unidos?
Lea el texto completo de la columna de Katrina aquí.
.