Conan O’Brien recuerda las “terribles” condiciones de la sala de guionistas de ‘Los Simpson’

“Todos masticamos un poco de caramelo y lo juntamos en un gran blog y lo aplastamos contra el techo y luego intentamos que las cosas se adhirieran a él”

Publicado el 03 de octubre de 2023

Antes Conan O’Brien se convirtió en presentador de televisión o podcaster, era un escritor de comedia que trabajaba en Los Simpsons y escribió varios episodios, incluido el icónico “Marge vs. the Monorail” de 1993. Ahora, O’Brien ha reflexionado sobre su estancia en el programa, específicamente en la “terrible” sala de escritores.

Hablando con Ed Sheeran en el último episodio del podcast Conan O’Brien necesita un amigoSheeran le preguntó a O’Brien sobre el tiempo que pasó escribiendo para Los Simpsons.

“La habitación es simplemente horrible. La habitación es terrible”, recordó O’Brien. “Lo digo en serio [was] en ese momento, creo que es mucho mejor ahora. Había una alfombra peluda en mal estado. Sofás que, si estás en tu primer año de colegio o universidad, simplemente los consigues en la acera. Nos sentábamos allí y comíamos comida frita. Había un escritor que fumaba todo el tiempo y que se sentaba a mi lado, así que cuando muera será por su culpa. Comeríamos mala comida. No fue sexy ni divertido ni genial en absoluto”.

Luego terminó la historia con el recuerdo de un juego particularmente asqueroso que jugaron los escritores: “Todos masticamos un poco de caramelo y lo juntamos en un gran blog y lo aplastamos contra el techo y luego tratamos de que las cosas se adhirieran a él, porque harás cualquier cosa para pasar el tiempo.”

Escuche a O’Brien hablar sobre su tiempo en Los Simpsons en el podcast incluido a continuación. Sheeran y O’Brien comienzan a discutir Los Simpsons alrededor de los 18 minutos.

Esta no es la primera vez que Conan recuerda las experiencias de su sala de escritores con una mezcla de cariño y horror. Hace unos años, él y Tina Fey discutió la decadencia de la ética laboral en Sábado noche en directodonde los escritores aparentemente ya no hacen largas horas extras.