SEÚL, Corea del Sur — El líder norcoreano, Kim Jong Un, inauguró una importante conferencia política dedicada a la mejora agrícola, informaron el lunes medios estatales, en medio de evaluaciones externas de que la inseguridad alimentaria crónica del país está empeorando.
Informes recientes no confirmados han dicho que un número desconocido de norcoreanos han muerto de hambre. Pero los observadores no han visto indicios de muertes masivas o hambruna en Corea del Norte, aunque es probable que su escasez de alimentos se haya profundizado debido a las restricciones relacionadas con la pandemia, las persistentes sanciones internacionales y sus propios malos manejos.
Durante una reunión de alto nivel del gobernante Partido de los Trabajadores que comenzó el domingo, altos funcionarios del partido revisaron el trabajo del año pasado bajo los objetivos estatales para lograr la “revolución rural en la nueva era”, informó la Agencia Central de Noticias de Corea.
El informe dice que la reunión del Comité Central del partido determinará las tareas “inmediatas e importantes” sobre cuestiones agrícolas y las “tareas urgentes que surgen en la etapa actual del desarrollo económico nacional”.
KNCA no dijo si Kim habló durante la reunión o cuánto duraría. También asistieron altos funcionarios como el primer ministro Kim Tok Hun y Jo Yong Won, uno de los colaboradores más cercanos de Kim que maneja los asuntos organizativos del Comité Central.
La reunión es la primera sesión plenaria del partido convocada sólo para discutir la agricultura. El informe del lunes no dio detalles sobre su agenda, pero el poderoso Politburó del partido dijo a principios de este mes que “se necesita un punto de inflexión para promover dinámicamente un cambio radical en el desarrollo agrícola”.
La situación alimentaria de la mayoría de los analistas de Corea del Norte en la actualidad no se acerca a los extremos de la década de 1990, cuando cientos de miles de personas murieron en una hambruna. Sin embargo, algunos expertos dicen que es probable que su inseguridad alimentaria esté en su peor momento desde que Kim asumió el poder en 2011, luego de que las restricciones de la COVID-19 conmocionaran aún más a una economía golpeada por décadas de mala gestión y sanciones paralizantes impuestas por Estados Unidos sobre el programa nuclear de Kim.
A principios de 2020, Corea del Norte trató de proteger a su población del coronavirus imponiendo estrictos controles fronterizos que ahogaron el comercio con China, su principal aliado y salvavidas económico. La guerra de Rusia contra Ucrania posiblemente empeoró la situación al hacer subir los precios mundiales de los alimentos, la energía y los fertilizantes, de los que depende en gran medida la producción agrícola de Corea del Norte.
Después de pasar más de dos años en un estricto confinamiento por la pandemia, Corea del Norte reabrió el año pasado el tráfico de trenes de carga con China y Rusia. Más del 90% del comercio exterior oficial de Corea del Norte pasa por su frontera con China.
El año pasado, la producción de cereales de Corea del Norte se estimó en 4,5 millones de toneladas, una caída del 3,8% con respecto a 2020, según evaluaciones del gobierno de Corea del Sur. Se estimó que el Norte produjo entre 4,4 millones de toneladas y 4,8 millones de toneladas de cereales al año entre 2012 y 2021, según datos anteriores de Corea del Sur.
Corea del Norte necesita alrededor de 5,5 millones de toneladas de cereales para alimentar a sus 25 millones de habitantes al año, por lo que le faltan alrededor de 1 millón de toneladas este año. En los últimos años, la mitad de esa brecha generalmente se cubrió con compras no oficiales de granos de China, y el resto permaneció como un déficit sin resolver, según Kwon Tae-jin, economista senior de la empresa privada GS.&J Institute en Corea del Sur.
Kwon dice que las restricciones comerciales debido a la pandemia probablemente han obstaculizado las compras no oficiales de arroz de China. Los esfuerzos de las autoridades de Corea del Norte para reforzar los controles y restringir las actividades del mercado también han empeorado la situación, dijo.
No está claro si Corea del Norte tomará alguna medida para abordar rápidamente sus problemas alimentarios. Algunos expertos dicen que Corea del Norte utilizará la reunión plenaria de esta semana para impulsar el apoyo público a Kim durante sus enfrentamientos con Estados Unidos y sus aliados por sus ambiciones nucleares.
A pesar de los recursos limitados, Kim ha estado presionando agresivamente para expandir sus programas de armas nucleares y misiles para presionar a Washington a que acepte la idea del Norte como una potencia nuclear y levante las sanciones internacionales. Después de un año récord de actividades de prueba de armas en 2022, Corea del Norte lanzó un misil balístico intercontinental y otras armas en exhibiciones este mes.