Egipto reveló el sábado cinco antiguas tumbas faraónicas en el sitio arqueológico de Saqqara, al sur de El Cairo, el último de una serie de descubrimientos históricos en la zona.
Saqqara es una vasta necrópolis de la antigua capital egipcia, Menfis, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y hogar de más de una docena de pirámides, lugares de enterramiento de animales y antiguos monasterios cristianos coptos.
Los arqueólogos egipcios descubrieron las cinco tumbas al noreste de la pirámide del rey Merenre I, que gobernó Egipto alrededor del 2270 a.
Según Mostafa Waziri, jefe del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, las cinco tumbas, todas en buenas condiciones, pertenecían a altos funcionarios reales.
El Ministerio de Turismo y Antigüedades dijo que una de las tumbas pertenecía a un alto funcionario llamado Iry. En la tumba se encontraron un sarcófago de piedra caliza y decoraciones coloridas.
Las tumbas restantes pertenecían a otros miembros de la corte real, incluido un “mayordomo de la casa real” y una sacerdotisa que era “responsable del embellecimiento del rey”.
En enero de 2021, Egipto reveló tesoros antiguos encontrados en Saqqara, incluidos más de 50 sarcófagos de madera que datan del Imperio Nuevo (siglos XVI al XI a. C.), un descubrimiento que, según el famoso egiptólogo Zahi Hawass, “reescribe la historia”.
Las autoridades egipcias esperan inaugurar el nuevo Gran Museo Egipcio cerca de la meseta de Giza a finales de este año, luego de que su apertura se retrasara repetidamente.
Se espera que el nuevo museo, además de varios descubrimientos arqueológicos en los últimos años, ayude a reactivar la industria turística vital del país.
El sector ha sido golpeado por golpes sucesivos, incluido un levantamiento de 2011, la pandemia de coronavirus y ahora un parón de turistas rusos y ucranianos, que representan una gran parte de los visitantes del país.
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