TEL AVIV, Israel (AP) — El exprimer ministro Benjamin Netanyahu ganó las elecciones israelíes de esta semana, mostraron los resultados finales el jueves, allanando el camino para que regrese al poder.
El primer ministro Yair Lapid felicitó a Netanyahu e instruyó a su personal para preparar una transición de poder organizada, dijo su oficina.
“El estado de Israel está por encima de cualquier consideración política”, dijo Lapid. “Le deseo éxito a Netanyahu, por el bien del pueblo de Israel y del estado de Israel”.
Lapid, quien se desempeñó como primer ministro interino durante los últimos cuatro meses, hizo el anuncio justo antes de que se publicaran los resultados finales que mostraban a Netanyahu asegurando una mayoría parlamentaria con sus aliados religiosos y ultranacionalistas.
Se espera que Netanyahu forme el gobierno más derechista de la historia del país cuando asuma el poder, probablemente en las próximas semanas.
Israel celebró su quinta elección en cuatro años el martes, una crisis política prolongada que vio a los votantes divididos sobre la idoneidad de Netanyahu para servir mientras es juzgado por corrupción.
Según los resultados finales, que aún deben certificarse en los próximos días, Netanyahu y sus aliados ultranacionalistas y ultraortodoxos obtuvieron 64 escaños en el parlamento de Israel, o Knesset, de 120 escaños. Sus oponentes en la actual coalición, encabezada por Lapid, obtuvieron 51 escaños, y el resto quedó en manos de un pequeño partido árabe no afiliado.
La victoria de Netanyahu y su cómoda mayoría pone fin a la inestabilidad política de Israel, por ahora. Pero deja a los israelíes divididos sobre su liderazgo y sobre los valores que definen su estado: judío o democrático.
Se espera que el principal socio de Netanyahu en el gobierno sea el partido de extrema derecha Sionismo Religioso, cuyo principal candidato, Itamar Ben-Gvir, es discípulo de un rabino racista antiárabe.
Ben-Gvir dice que quiere acabar con la autonomía palestina en partes de Cisjordania y hasta hace poco colgó una foto en su casa de Baruch Goldstein, un estadounidense-israelí que mató a 29 palestinos en un tiroteo en Cisjordania en 1994. Ben-Gvir, que busca deportar a los legisladores árabes, dice que quiere ser puesto a cargo de la fuerza policial nacional.
El sionismo religioso ha prometido promulgar cambios en la ley israelí que podrían hacer desaparecer los problemas legales de Netanyahu y, junto con otros aliados nacionalistas, quieren debilitar la independencia del poder judicial y concentrar más poder en manos de los legisladores.
El líder del partido, Bezalel Smotrich, un colono de Cisjordania que ha hecho declaraciones contra los árabes, tiene la vista puesta en el Ministerio de Defensa. Eso lo convertiría en el supervisor de las fuerzas armadas y de la ocupación militar de Israel en Cisjordania.
Mientras se contaban los votos, la violencia israelí-palestina estaba en aumento, con al menos cuatro palestinos asesinados en incidentes separados y un oficial de policía israelí herido levemente en un apuñalamiento.
Ben-Gvir usó los incidentes para prometer un enfoque más duro a los atacantes palestinos una vez que ingrese al gobierno.
“Ha llegado el momento de restaurar la seguridad en las calles”, tuiteó. “¡Ha llegado el momento de sacar a un terrorista que sale a realizar un atentado!”.
El creciente poder del ala derecha de Israel se produjo a expensas de su flanco izquierdo. El Partido Laborista, que alguna vez fue un elemento principal de la política israelí y que apoya el estado palestino, se tambaleaba justo por encima del umbral electoral.
A medida que el conteo de votos llegaba a su fin, el movimiento anti-ocupación Meretz parecía dirigirse al exilio político por primera vez desde que se fundó en la década de 1990.
La líder de Meretz, Zehava Galon, admitió que el partido no estaría en el próximo parlamento. “Esto es un desastre para Meretz, un desastre para el país y sí, un desastre para mí”, dijo.
Después de que se anuncien formalmente los resultados, el presidente ceremonial de Israel elige a un candidato, que será Netanyahu, para formar gobierno.
Luego tendrá cuatro semanas para hacerlo. Es probable que Netanyahu concluya las conversaciones dentro de ese tiempo, pero se espera que el sionismo religioso negocie duro para obtener su apoyo.
El polarizador Netanyahu, el líder con más años de servicio en Israel, fue derrocado en 2021 después de 12 años consecutivos en el poder por una coalición ideológicamente diversa que incluía por primera vez en la historia de Israel un pequeño partido árabe. La coalición colapsó en la primavera debido a las luchas internas.
Netanyahu está acusado de fraude, abuso de confianza y aceptación de sobornos en una serie de escándalos que involucran a socios adinerados y magnates de los medios. Él niega haber actuado mal y ve el juicio como una cacería de brujas en su contra orquestada por medios hostiles y un sistema judicial sesgado.