0
LONDRES—El rey Carlos III promete una monarquía reducida y menos costosa, un esfuerzo especialmente importante en un momento en que la economía del Reino Unido está en apuros y los británicos enfrentan la inflación más alta en una generación.
La monarquía y el gobierno británico, que brinda un importante apoyo financiero a la institución, se han enfrentado durante mucho tiempo a un cuidadoso acto de equilibrio: ambos han trabajado para mantener la pompa y la circunstancia de la institución mientras evitan parecer derrochadores.