Kabul: En medio de la creciente protesta por la situación de los derechos de las mujeres en Afganistán, un alto funcionario talibán ha dicho que las escuelas para estudiantes mujeres están cerradas por cuestiones religiosas y que es necesario que los eruditos islámicos estén de acuerdo sobre este asunto. El portavoz talibán, Zabiullah Mujahid, dijo que se están realizando esfuerzos para reabrir las escuelas de niñas. “Si (nosotros) actuáramos según las instrucciones de Pakistán, los problemas de las escuelas y otros problemas ya se habrían resuelto. Este es un tema religioso y necesita el acuerdo del clérigo islámico”, dijo Mujahid citado por TOLOnews. El funcionario talibán dijo que oponerse a la decisión de los clérigos islámicos con respecto a las escuelas tendrá consecuencias negativas.
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La Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) publicó el mes pasado un informe que describe la situación de los derechos humanos en Afganistán desde la toma del poder por los talibanes. El informe resume los hallazgos de la UNAMA con respecto a la protección de civiles, ejecuciones extrajudiciales, tortura y malos tratos, arrestos y detenciones arbitrarias, los derechos de las mujeres y las niñas en Afganistán, las libertades fundamentales y la situación en los lugares de detención.
Human Rights Watch (HRW) dijo hoy que los talibanes han roto múltiples promesas de respetar los derechos humanos y los derechos de las mujeres desde que tomaron Afganistán hace un año. Después de capturar Kabul en agosto del año pasado, las autoridades islámicas impusieron severas restricciones a los derechos de las mujeres y las niñas, reprimieron los medios de comunicación y detuvieron arbitrariamente, torturaron y ejecutaron sumariamente a críticos y opositores, entre otros abusos.
El grupo de derechos humanos con sede en Nueva York dijo en su informe que los abusos de los derechos humanos de los talibanes han provocado una condena generalizada y han puesto en peligro los esfuerzos internacionales para abordar la grave situación humanitaria del país.
La economía se ha derrumbado, en gran parte porque los gobiernos han recortado la asistencia exterior y restringido las transacciones económicas internacionales. Más del 90 por ciento de los afganos han estado en situación de inseguridad alimentaria durante casi un año, lo que ha provocado que millones de niños sufran desnutrición aguda y amenace con graves problemas de salud a largo plazo.
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“El pueblo afgano vive una pesadilla de derechos humanos, víctima tanto de la crueldad de los talibanes como de la apatía internacional”, dijo Fereshta Abbasi, investigadora sobre Afganistán de HRW.
“El futuro de Afganistán seguirá siendo sombrío a menos que los gobiernos extranjeros se involucren más activamente con las autoridades talibanes mientras las presionan enérgicamente sobre su historial de derechos”. , el movimiento y la educación, y afectan sus otros derechos básicos a la vida, el sustento, la atención médica, la alimentación y el agua.