ROMA – Italia suspendió el paso de grandes cruceros por el centro histórico de Venecia, luego de que el regreso de los barcos gigantes a la ciudad de la laguna desde junio reabriera las divisiones entre la industria turística de Venecia y los residentes que quieren prohibir los gigantes.
El gobierno de Italia decidió el martes evitar que los grandes cruceros se acerquen a los canales y plazas de Venecia hasta que se hayan construido nuevos puntos de atraque en los bordes de la laguna. Los activistas contra los grandes cruceros han argumentado durante décadas que los barcos, y las olas y la contaminación que causan, dañan el delicado tejido de Venecia.
La decisión del gabinete del primer ministro Mario Draghi resuelve, por ahora, una disputa de larga data sobre el lucrativo tráfico de cruceros que ha ayudado a mantener a flote la economía de Venecia pero enfureció a muchos residentes.
La reapertura de Venecia al turismo después de las restricciones de Covid-19 del año pasado ha intensificado un conflicto entre las empresas locales que dependen del turismo y los residentes que quieren evitar un regreso a la sobrepoblación y las tensiones ambientales en la ciudad y la laguna circundante.
El tráfico marítimo cada vez más denso de los últimos años ha provocado una creciente reacción en Venecia, donde muchos dicen que las pesadas estelas de los grandes barcos erosionan los frágiles cimientos de los edificios históricos frente al mar.
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