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El 1 de mayo se declaró prácticamente el estado de emergencia en Estambul. Más de 42.000 policías impidieron que los sindicatos y la oposición celebraran una manifestación del Primero de Mayo en la plaza Taksim del centro de Estambul. Por este motivo, la mitad de la ciudad fue acordonada. El martes por la tarde, carteles en varias estaciones de metro anunciaron que las líneas no circularían a partir de las 6 de la mañana del 1 de mayo. También se restringió severamente el tráfico de ferries desde el lado asiático de Estambul hacia el lado europeo, donde se suponía que tendrían lugar las manifestaciones de mayo. En total, la policía cerró 30 calles principales que conducen al centro de la ciudad, que estaba cerrada a las manifestaciones.