Es un artículo de fe que Nueva York no puede filtrarse con fuerza sin un Broadway en pleno apogeo; apoya a 100.000 trabajadores y aporta más de 15.000 millones de dólares a la economía de la ciudad. Pero perderse en el alboroto de Gotham, que incluye un concierto masivo de “Homecoming Week” en Central Park el 21 de agosto, con Bruce Springsteen, Jennifer Hudson y Paul Simon entre los cabezas de cartel, es una preocupación fundamental: ¿Quién va a llenar todos los ¿asientos? La respuesta está en el aire, porque el turismo, vital para la reactivación de la ciudad, sigue siendo anémico, con la ocupación hotelera en junio por debajo del 60 por ciento, una cifra tan mediocre que, para impulsar el negocio, el alcalde Bill de Blasio (D) suspendió el impuesto de habitación del 5,9 por ciento de la ciudad hasta finales de agosto.
La vida cultural de Broadway y Nueva York está a punto de regresar
71