Los principales transportistas, incluidos Delta, United y American Airlines acumularon la notable cantidad de £26 millones ($33,3 mil millones) solo por tarifas de equipaje el año anterior, lo que representa un aumento sustancial del 15 por ciento con respecto a los £23 millones ($29 mil millones) registrados en 2022.
Esta asombrosa suma incluye tarifas relacionadas con el equipaje de mano más grande, el equipaje facturado estándar y las sanciones por equipaje facturado con sobrepeso o extragrande, lo que constituye el 4,1 por ciento de los ingresos totales de las aerolíneas a nivel mundial durante el año.
Los hallazgos, que se centran en las 20 principales aerolíneas que no son de bajo costo, surgen en medio de la controversia en torno a American Airlines, que recientemente enfrentó una reacción violenta por aumentar el costo del equipaje facturado, el primer aumento de este tipo en casi seis años.
La última vez que las cifras superaron la marca de £23,7 millones ($30 mil millones) fue en 2019, y las aerolíneas generaron £26 millones ($32,9 mil millones) en ingresos por equipaje.
Sin embargo, el inicio de la pandemia en 2020 provocó una caída significativa, reduciendo las cifras a la mitad a 16.900 millones de dólares mientras las fronteras globales permanecían cerradas.
A medida que la industria de la aviación navega por el secuelas turbulentas Después de la pandemia de COVID-19, las principales aerolíneas han sido testigos de un repunte notable en sus fortunas financieras, y las tarifas de equipaje se han convertido en una fuente inesperada de ingresos.
Las cifras resaltan un notable cambio financiero para las principales aerolíneas que enfrentaron desafíos sin precedentes durante el apogeo de la crisis sanitaria mundial.
En marcado contraste, el año 2023 no solo señala un resurgimiento de los viajes aéreos, sino que también subraya la capacidad de la industria para aprovechar las fuentes de ingresos auxiliares, en particular las tarifas de equipaje.
Aileen McCormack, en representación de CarTrawler, un servicio de alquiler de automóviles que colaboró con una firma consultora de aerolíneas, destacó la evolución del panorama de los ingresos de las aerolíneas.
Ella enfatizó: “Las tarifas de equipaje, que alguna vez fueron dominantes, ahora comparten el escenario con los ingresos por asientos asignados, lo que refleja los cambios en los comportamientos de los consumidores”.
El inicio de las tarifas por equipaje se remonta a la crisis del petróleo de 2007 y 2008, cuando las aerolíneas buscaron formas de contrarrestar el aumento de los precios del combustible.
En cuestión de meses, las aerolíneas estadounidenses pasaron de incluir dos maletas facturadas en cada tarifa a cobrar por la primera maleta.
En el escenario actual, los viajeros de todo el mundo se han acostumbrado a pagar tanto por sus asientos como por sus maletas cuando vuelan con las principales aerolíneas.
En particular, existen excepciones para los pasajeros que vuelan en las principales aerolíneas de Asia y África, donde el equipaje facturado todavía está incluido en todas las tarifas.
Para seguir siendo competitivos con las compañías de bajo costo como Southwest, JetBlue y Allegiant, las compañías de red como American y United introdujeron tarifas económicas básicas. Este movimiento estratégico tenía como objetivo atender a las cambiantes preferencias de los consumidores y mantener una ventaja competitiva en el mercado.
El aumento de los ingresos por tarifas de equipaje se atribuye a varios factores, entre ellos una mayor confianza en los viajes, un repunte del turismo y un aumento de los viajes de negocios a medida que las economías mundiales se recuperan gradualmente.
Dado que cada vez más pasajeros optan por equipaje facturado y servicios adicionales, las aerolíneas están capitalizando la renovada demanda de ofertas auxiliares.
Si bien el repunte financiero es alentador para la industria, también plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de dichos modelos de ingresos.
Los grupos de defensa de los pasajeros y las organizaciones de derechos de los consumidores han criticado durante mucho tiempo la estructura de tarifas auxiliares, argumentando que impone una carga adicional a los viajeros que ya enfrentan los crecientes costos de los viajes aéreos.
En respuesta a las ganancias inesperadas de las tarifas de equipaje, algunos observadores de la industria piden transparencia en las estructuras de tarifas y una mayor comunicación con los pasajeros sobre el desglose de los costos.
Enfatizan la importancia de garantizar que los pasajeros conozcan plenamente las tarifas asociadas con su viaje, lo que les permitirá tomar decisiones informadas y reducir la probabilidad de gastos inesperados.
Mientras las principales aerolíneas disfrutan del éxito financiero de 2023, la atención se centra ahora en lograr un equilibrio entre capitalizar los flujos de ingresos auxiliares y abordar las preocupaciones de los pasajeros.
La capacidad de la industria para fomentar una experiencia de viaje positiva y al mismo tiempo maximizar los ingresos desempeñará un papel crucial para mantener el impulso actual y reconstruir la confianza de los pasajeros.
Si bien el repunte financiero es una señal positiva para el sector de la aviación, también subraya la necesidad de un enfoque matizado de las estructuras de ingresos auxiliares, garantizando la transparencia y abordando las preocupaciones de los pasajeros.
2024-02-29 01:32:29
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