Los esfuerzos de Sion Khan apuntan en última instancia a la “paz” cósmica o terrenal

La misión de un artista es representar geométrica y simbólicamente todas las cosas en el universo y realizarlas y actuar en consecuencia.

Sion Khan se da cuenta de la necesidad de un enfoque antropológico en sus actividades artísticas mientras dibuja numerosos rostros. Le interesan los diversos comportamientos ecológicos y culturales de individuos y grupos desde el inicio de la existencia humana hasta el presente y el futuro, observando cómo la apariencia de la humanidad cambia a lo largo del tiempo desde una perspectiva geológica e histórica.

Cada acción y experiencia conduce a otra, profundizando y ampliando los pensamientos y la conciencia. La motivación del artista para realizar el proyecto “Million Faces for Peace” surgió de sentir limitaciones y contemplar el comportamiento humano observado desde la perspectiva de un artista que mira a los demás. De este modo se han obtenido amplios conocimientos sobre todos los seres vivos y los fenómenos, incluido el hombre, desde la creación del universo y de la Tierra hasta el período geológico actual.

Por lo tanto, las obras del autor se centran en todos los seres vivos con énfasis en los rostros humanos, representando los cambios y desarrollos ecológicos y culturales que ocurren en la Tierra o dentro del universo.

Los esfuerzos de Sion Khan apuntan en última instancia a la “paz” cósmica o terrenal porque los humanos siempre existirán en este universo y en la Tierra desde el principio hasta el presente o incluso en un futuro lejano. Se ve a sí mismo como un mero punto en ciclos eternos de cambio, que busca luz, alegría, voluntad, previsión y vida eterna en un tiempo y espacio infinitos.

Como artista, reconoce la interconexión y la coexistencia con muchas formas de vida. Lleva a cabo actividades artísticas con la esperanza de que todo lo que surge de los artistas, incluidas las obras de arte, se desarrolle en un ámbito positivo donde todo se desarrolle.