20/04/2024, 09:48 am, Foto: Divulgación.
Si una persona se lleva el dedo a los labios haciendo un gesto de silencio y luego se señala la barbilla nos está diciendo que no le molestemos. Ella está practicando su rutina de maullidos (lea más a continuación).
Mewing es el ejercicio de moda en las redes sociales. Cientos de vídeos virales enseñan cómo realizar esta técnica mientras posamos para un selfie, dejando nuestra mandíbula definida y perfecta. Es un truco que incluso la modelo Bella Hadid usa. (Lea más abajo)
Y supuestamente esto no sólo te ayuda a lucir bien en la foto (Lee más a continuación).
Dicen que, practicada con regularidad, la técnica ayudaría a definir la línea de la mandíbula, reducir la papada e incluso alinear los dientes (Lea más a continuación).
Mewing está de moda, pero no es nuevo
La idea no es nueva. Fue el ortodoncista británico John Mew quien, en la década de 1970, comenzó a tratar a los niños que acudían a su clínica, en las afueras de Londres, con un tratamiento alternativo que ideó llamado ortotropía. (Lea más abajo)
Con él, el dentista prometió no sólo enderezar los dientes, sino también “mejorar el rostro”. (Lea más abajo)
La ortotropía se basa en la idea de que la postura bucal puede influir en el desarrollo facial, mejorar la forma de la mandíbula e incluso la alineación de los dientes (Lea más abajo).
A través de determinadas prácticas, como la expansión del paladar y la postura bucal correcta, se busca guiar el crecimiento facial hasta conseguir un rostro perfecto. (Lea más abajo)
Jonh Mew practicó la ortotropía durante 30 años, pero esta técnica solo se hizo popular en 2012, cuando Mike Mew, su hijo, comenzó a compartirla en su canal de YouTube. (Lea más a continuación).
En 2018, la técnica ya contaba con millones de seguidores, quienes decidieron cambiarle el nombre a maullido en honor a sus creadores (Lea más abajo).
Son estos seguidores, a través de sus canales y perfiles, quienes proponen utilizar esta terapia, inicialmente dirigida a niños, como tratamiento de belleza para adultos (Leer más abajo).
El maullido es, por tanto, una técnica que originalmente tiene como objetivo cambiar la forma del rostro, utilizando, entre otros métodos, una determinada postura bucal. (Lea más abajo)
Su fundamento principal consiste en colocar la lengua hacia arriba y pegarla al paladar. La punta de la lengua debe colocarse justo detrás de los incisivos superiores, con el resto de la lengua cerca del paladar y los dientes cerrados. Los labios también deben permanecer cerrados (Lea más abajo).
Los expertos recomiendan mantener la posición el mayor tiempo posible, hasta que se convierta en un hábito y se realice de forma natural. (Lea más abajo)
Mewing promete mucho, pero cumple poco
Al practicar esta rutina, maullar promete definir la línea de la mandíbula, dándole una forma más definida sin necesidad de cirugía ni dispositivos. Pero no sólo eso: sus seguidores afirman que esta práctica también ayuda a alinear los dientes y tratar la apnea del sueño, la sinusitis, los ronquidos y el dolor de mandíbula. Todo esto, sin fundamento científico (Lea más abajo).
Vayamos por partes (Lea más abajo)
La mandíbula es una estructura ósea con forma de herradura que forma una especie de letra L a cada lado de la cara. El ángulo formado en esta letra L puede modificarse a lo largo de la vida (Lea más abajo)
Durante la infancia y la adolescencia, el propio crecimiento óseo influye en la forma de la mandíbula. Sin embargo, en la edad adulta, la causa más destacable que puede alterar la estructura de la mandíbula es la reabsorción ósea por pérdida de dientes (Lea más abajo).
Aparte de eso, si queremos modificar significativamente la forma o disposición de nuestra mandíbula, tendremos que recurrir al uso de aparatos correctores o cirugía maxilofacial. (Lea más abajo)
Forzar la posición de la lengua puede ser contraproducente
La lengua es un órgano muscular muy complejo formado por 17 músculos. Estos músculos están diseñados para funciones como hablar, masticar y tragar. Es decir, la lengua prefiere dedicarse a explorar sabores y hacer malabarismos con las palabras antes que pasar horas presionando las paredes que forman nuestro paladar. (Lea más abajo)
Forzar la posición de la lengua, algo que propone maullar, no sólo no traerá beneficios, también puede tener riesgos, advierten muchos profesionales de la salud bucal. Entre ellos, por ejemplo, cambios en la ATM (articulación temporomandibular) o desplazamiento de los dientes, y no su alineación precisa (Lea más abajo).
Ante todo esto, no es de extrañar que en 2019 Michael Mew fuera expulsado de la Sociedad Británica de Ortodoncia, acusado de proporcionar tratamientos inadecuados y promover alternativas no respaldadas por la ortodoncia científica. (Lea más abajo)
Pese al rechazo de la comunidad científica, la práctica del maullido ha calado en la sociedad y gana cada vez más adeptos gracias a algunos influencers que inundan las redes sociales con sus fotos de “antes y después” (Leer más abajo).
Esto confirma que internet sigue siendo un gran trampolín para la difusión de rumores sin base científica. Afortunadamente, también cuenta con una legión de profesionales de calidad y promotores científicos que han desmontado uno a uno los reclamos de esta técnica (Leer más abajo).
En materia de salud, sigamos los consejos de los profesionales. Puede que en la foto no luzcamos tan bonitos como nos gustaría, pero estaremos más sanos (Lea más abajo)
Gema Díaz Gil es profesora de anatomía y embriología humana en la Universidad Rey Juan Carlos, en España. *Este texto fue publicado originalmente en el sitio web de comunicación científica The Conversation y fue reproducido aquí bajo una licencia creative commons. Lea el artículo original (en español) en The Conversation.
Fuente: G1