Como fanático del béisbol de Corea del Sur, Shin Jae-woong tenía muchas razones para ver a los Dodgers de Los Ángeles y los Padres de San Diego abrir la temporada de las Grandes Ligas esta semana en Seúl.
Estos son los primeros juegos de la temporada regular de la MLB en Corea del Sur, amante del béisbol. Y los juegos cuentan con múltiples estrellas coreanas, incluido el jugador de cuadro de los Padres, Kim Ha-seong.
Pero el atractivo principal es obvio para Shin y sus dos hijos pequeños, quienes viajaron desde la ciudad sureste de Gwangju. Vinieron a ver a la superestrella japonesa Shohei Ohtani.
“Creo que Ohtani está fuera de este mundo. Es como un jugador de otro nivel”, dijo Shin mientras observaba a los Dodgers practicar antes del primer partido de la serie el miércoles.
Ohtani, la megaestrella japonesa que lo hace todo, que en diciembre firmó un contrato récord de 10 años y 700 millones de dólares con los Dodgers, atrae multitudes masivas dondequiera que vaya estos días.
Quizás sorprenda que Ohtani también tenga una multitud de fanáticos en Corea del Sur, que comparte una feroz rivalidad deportiva y una historia complicada con Japón.
“Tiene buena personalidad. Él es alto. Es guapo”, dijo Eo Soo-young, un residente de Seúl de 38 años. “Y esas otras cosas, esa es una vieja historia”.
Esta semana todo gira en torno a las vibraciones positivas, ya que Corea del Sur y Japón se reúnen en torno a un partido estadounidense, que también se ha convertido en un escaparate de la mejora de las relaciones entre los tres países.
“Se ha convertido casi en un evento trilateral”, dijo Philip Goldberg, embajador de Estados Unidos en Seúl, quien asistió al partido del miércoles con varios altos funcionarios surcoreanos y japoneses. “En esta atmósfera de mejores relaciones… esto aporta aún más brillo”.
No obstante, Japón sigue siendo un tema delicado en Corea del Sur, donde muchos políticos de izquierda acusan a Yoon de ser demasiado amigable con Japón.
Según informes de los medios japoneses, se estaba planificando que Kishida asistiera al primer partido de la MLB del miércoles en Seúl, tal vez junto con Yoon. La visita de Kishida fue cancelada porque pudo haber sido demasiado controvertida antes de las elecciones generales del próximo mes en Corea del Sur, sugirieron los informes.
“Aunque los dos gobiernos han logrado suavizar las cosas, creo que esta cuestión histórica no se ha resuelto. Y eso deja abierta la posibilidad de que la relación se deteriore en el futuro”, dijo Benjamin Engel, profesor de la Universidad Nacional de Seúl.
Por ahora, los vínculos se están fortaleciendo, incluso a nivel de pueblo a pueblo. Encuestas recientes sugieren que la mayoría de los jóvenes coreanos quieren mejorar las relaciones con Japón. Y ha aumentado el interés de Corea del Sur por las producciones culturales japonesas, como el anime, y por productos comerciales como la cerveza.
En una entrevista con la VOA, el embajador Goldberg dijo que era optimista en cuanto a que los lazos trilaterales también seguirán siendo fuertes.
“Simplemente tiene mucho sentido. Es de interés para los tres países”, dijo a la VOA en una entrevista. “Habrá momentos en los que tendremos que gestionar y atravesar diferentes períodos. Pero creo que hay una lógica en todo esto que hará que esto siga funcionando”.
Y Ohtani –a quien los coreanos llaman el “genio del béisbol”– no puede hacer daño, al menos si le preguntas a muchos fanáticos del béisbol coreano.
Muchos quedaron impresionados de que durante sus comentarios a los medios previos al juego, Ohtani no tuviera más que palabras cálidas para Corea del Sur. Esto contrasta con Ichiro Suzuki, otra leyenda del béisbol japonés, que provocó resentimiento entre muchos coreanos al burlarse, y en ocasiones incluso insultar, a su país.
“(Ohtani) simplemente respeta a Corea… por eso otras personas también lo respetan”, dijo Ryoo Sung-kyu, residente de Seúl. “Creo que es un toma y daca”.
Kim Hyungjin contribuyó a esta historia.