Las protestas en Irán se han extendido a universidades y escuelas secundarias a medida que comienza el nuevo año académico, infundiendo nueva energía a un movimiento nacional de una semana de duración que exige más derechos y provoca una brutal represión por parte de las autoridades.
La participación de jóvenes estudiantes que buscan más libertades añade una nueva dimensión al movimiento de derechos que estalló en Irán tras la muerte de un joven de 22 años. mahsa amini el 16 de septiembre bajo custodia policial por presuntamente violar el estricto código de vestimenta islámico de Irán. Los manifestantes inicialmente pidieron más libertad para las mujeres, pero desde entonces esas demandas se han transformado en llamados más amplios para derrocar a la República Islámica, lo que plantea uno de los desafíos más difíciles hasta ahora para el liderazgo clerical ultraconservador del país.