Diez mil pasos y más. Promover estilos de vida más activos desde el nacimiento hasta los hogares de ancianos. Esta es la impactante fórmula del experto en políticas públicas deportivas Régis Juanico, en su libro-manifiesto ¡Movámonos! (L’Aube-Fondation Jean Jaurès, 146 páginas, 16 euros), donde este ex diputado hace propuestas concretas para (re)poner a todos los franceses en movimiento.
Pero si se hacen muchos esfuerzos en esta dirección para los más jóvenes, esto es menos evidente para las personas mayores, y especialmente para los muy mayores. ¿Qué sabemos hoy sobre su nivel de actividad física (AF)? ¿Cómo aumentarlo? Estas preguntas son tanto más importantes cuanto que, en muchos países, las personas mayores de 80 años, o incluso 90 años, son el segmento de población de más rápido crecimiento. Como en otros grupos de edad, los beneficios de la AF están sobradamente demostrados. Ella “ralentiza los cambios fisiológicos ligados a la edad, mejora la salud de las personas mayores en sus tres dimensiones física, psicológica y social, y contribuye a la prevención de patologías crónicas ligadas a la vejez”resume la Alta Autoridad Sanitaria en un Punto de referencia de 2019. El cuerpo destaca en particular los efectos positivos. “en la prevención y tratamiento de la fragilidad y el riesgo de caídas”manteniendo la autonomía, la cognición.
Con el desarrollo de sensores de actividad física, cada vez es más fácil estimar objetivamente el número de pasos diarios en una población determinada. Sin embargo, se han realizado pocos estudios de esta naturaleza en nonagenarios y mayores, señalan Sari Aaltonen (Universidad de Helsinki, Finlandia) y sus colegas, en un artículo publicado el 6 de diciembre en Más uno. Reclutaron a treinta y ocho participantes de una cohorte finlandesa de nonagenarios y les equiparon con un acelerómetro durante una semana, excepto por la noche.
2.931 pasos de media al día
Estos sensores revelaron una baja actividad diaria, 2.931 pasos en promedio y más de 13 horas 30 minutos de tiempo sedentario. Los resultados fueron comparables en mujeres y hombres. El tiempo de actividad diaria promedió 111,4 minutos, con 100,7 minutos a baja intensidad y sólo 10,7 minutos a intensidad moderada o alta. Se trataba principalmente de períodos de actividad de menos de 3 minutos, intercalados con entre 20 y 60 minutos de tiempo sedentario. Con tales puntuaciones, estamos muy lejos de las recomendaciones diarias para adultos, subrayan Sari Aaltonen y su equipo, que precisan que sólo tres de los treinta y ocho participantes alcanzaron el umbral de 7.000 pasos diarios, considerado beneficioso para la salud.
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2023-12-15 13:00:19
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