Un tiburón azul fue avistado en el segundo puerto deportivo de Glyfada nadando en aguas poco profundas. Según los expertos, estos tiburones se encuentran actualmente en época de reproducción y nadan en aguas poco profundas en busca de alimento. Mira los vídeos:
Prionace glauca (BSH), tiburón glauco o tiburón azul
Se encuentra en Grecia y Chipre.
Estado de conservación: Con: CR /GR: VU
Estatus de Protección: no esta protegido
Tendencia de la población: Declinante
Principales amenazas: Pesca dirigida con palangre
Longitud máxima: 4 metros.
Distribución geográfica: Especie cosmopolita, prefiere aguas templadas y tropicales.
Hábitat: Zona Oceánica y Nerítica
Profundidad: 1 – 1000 metros.
Dieta: Se alimenta de peces, cefalópodos, crustáceos, cadáveres de mamíferos marinos y aves marinas. Fuente: isea.com.gr
La directora de investigaciones del Instituto de Protección Marina del Archipiélago, Anastasia Miliou, recomienda tranquilidad, ya que no se trata de un fenómeno peligroso ni raro.
“Vivimos en un país con un mar excelente y una biodiversidad poco común: en los mares griegos existen 34 especies de tiburones”, señala Miliou.
Esta especie en particular, según comenta en declaraciones a MEGA, se puede encontrar en aguas poco profundas hasta los mil metros de profundidad. “Esta cosa estaba persiguiendo algo y se metió en aguas poco profundas, definitivamente en el lugar equivocado. No es inusual ni raro y ciertamente no es peligroso. No hay motivo para entrar en pánico”, subraya.
“El cine ha creado un mito”
“Es un tiburón azul, una especie que alcanza los cuatro metros de largo, este en particular parece ser joven. Es muy común que un pez busque su alimento y se encuentre en aguas menos profundas”, continúa la señora Miliou.
En cuanto al pánico que suele generar la sola mención de la palabra tiburón, Miliou subraya que “vemos muchas películas que han creado un mito, pero durante tantos años que llevamos registrando las poblaciones de tiburones en los mares griegos, nunca ha habido un accidente. Es más probable que el accidente haya sido causado por un factor humano y no por especies raras”.
Y si lo vemos ¿qué hacemos? Como recomienda, “en general, cuando vemos una especie rara e inusual debemos dejar que siga su camino. Nos quedamos quietos, no gritamos, no gritamos, no hay motivo para entrar en pánico”.
El incidente de Glyfada es un recordatorio de que “los mares no son sólo para nosotros sino también para el resto de las especies con las que vivimos”, afirma. “Tenemos incidentes con focas, tortugas, varias especies y es bueno recordar que los animales no son souvenirs ni selfies peligrosos. Nos mantenemos alejados, disfrutamos y respetamos a nuestros compañeros residentes en los mares griegos”.