Después del ascenso asesino de Hamás al poder en Gaza hace 15 años, advertimos en estas paginas que la estrategia de Israel para tratar con los dirigentes palestinos (fortalecer la dictadura en lugar de construir la sociedad civil) socavaría las perspectivas de paz.
Cada uno de nosotros emitimos advertencias similares hace 30 años, después de los Acuerdos de Oslo, cuando el mundo libre decidió instalar Yasser Arafat como dictador del pueblo palestino. En ese momento, el poder absoluto y la corrupción de Arafat se consideraban ventajas: la ausencia de un poder judicial y de una sociedad civil como freno le permitiría acabar con Hamás con mano de hierro. Que Israel, en concierto con los países occidentales, depositara decenas de millones de dólares en su cuenta bancaria personal cada mes garantizaría que haría lo que sus patrocinadores querían. O eso decía la teoría.
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2024-01-03 19:57:00
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