Hollywood, una vez más, está recurriendo a tácticas de miedo.
Los productores y jefes de estudio dicen que nos dirigimos hacia un auge de las películas de terror, ya que se apresuran a firmar acuerdos costosos con los principales escritores y directores del género y llenan sus pizarras teatrales con terroríficos thrillers.
Los principales estudios, incluidos Paramount Pictures, New Line Cinema de Warner Bros. Pictures y Universal Pictures, se han apoderado recientemente de escritores y directores de terror de primer nivel y han lanzado nuevas divisiones para reforzar sus ofertas espeluznantes.
Las películas de terror, que generalmente se hacen con presupuestos de producción mucho más bajos que las epopeyas de superhéroes o las sagas de ciencia ficción, han operado durante mucho tiempo en un ciclo de auge y caída. Cuando una película de miedo se convierte en un éxito improbable, los estudios intentarán replicar ese éxito creando una serie de títulos similares. Luego viene el fracaso: la calidad inevitablemente sufre y las audiencias se fatigan por la cantidad de películas de miedo mediocres que están saliendo, lo que lleva a los estudios a retirarse.