Los ojos de Dominic Canzone deben haberlo engañado. No había manera de que Trevor Williams de los Nacionales de Washington, quien ha una de las rectas de cuatro costuras más lentas en las ligas mayores, había desperdiciado uno para terminar la parte alta de la cuarta entrada el sábado por la tarde.
Así que mientras el bateador designado de los Marineros de Seattle regresaba tranquilamente al dugout visitante en Parque Nacional, miró el marcador y vio esto debajo del nombre de Williams: “bola rápida de 89,0 mph”. Bien entonces. Canzone fue la octava y última víctima del ponche de Williams, que empató el récord de su carrera, en la victoria de los Nacionales por 3-1.
1970-01-01 02:00:00
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